Por el Dr. Jorge Manresa

En una guardería colegio o instituto tienen lugar actividades muy diversas. Se accede con mayor o menor aceptación al centro, sobre todo en las guarderías, se come, se practican actividades deportivas y puede haber accidentes en el espacio de ocio del recreo. Siempre he pensado que sería muy interesante valorar la existencia de un botiquín de medicamentos homeopáticos para los primeros auxilios en los centros escolares.

Si bien en tiempos pasados, los maestros y profesores administraban algunos medicamentos como analgésicos o antitérmicos y realizaban primeras curas de urgencia a los alumnos; actualmente se precisa autorización por parte de los padres y madres para cualquier acción sobre el niño en este sentido.

Que mejor botiquín que aquel compuesto por medicamentos seguros, de venta exclusiva en farmacias, de rápida acción en los problemas agudos, compatibles con cualquier otro tratamiento y con efectos secundarios muy poco frecuentes y siempre muy leves.

Podemos dividir a los niños y niñas que asisten a un centro de enseñanza en 2 grupos:

• Un grupo mayoritario que correspondería a niños sin ningún problema de base.

• Otro grupo sería el de aquellos niños que si tienen enfermedades de base. Fundamentalmente problemas alérgicos (alimenticios, respiratorios o cutáneos), problemas cardíacos (malformaciones congénitas y otros) y problemas neurológicos tales como epilepsia y otros que pudieran dar lugar a convulsiones.

Tanto en un grupo como en el otro pueden darse los accidentes escolares, si bien el segundo grupo, cuando agudiza sus problemas habituales requiere una atención sanitaria especializada, en cuyo caso los padres lo comunican al centro educativo al mismo tiempo que se autorizan a los docentes a administrar medicación de urgencia, tal como adrenalina, broncodilatadores o diazepam mientras se espera a recibir atención médica.

En cualquier caso, en un centro educativo se dan muchas situaciones, que por su carácter de levedad pueden ser resueltas o mejoradas por los docentes hasta poner en alerta a los progenitores. El modo de administración que permite la terapéutica homeopática para los procesos agudos, en función de la agudeza de los síntomas y la intensidad del proceso juega a favor de una pronta resolución del problema, siempre por supuesto que la importancia de la patología lo permita. 

Veamos algunas de estas situaciones y su eventual tratamiento homeopático.

Caídas, contusiones, golpes, traumatismos, esguinces, torceduras

Tanto en la práctica deportiva como fuera de ella, en el ámbito escolar pueden ocurrir estos percances. Contar en el botiquín con un tubo de gránulos de ARNICA MONTANA puede ser de inestimable ayuda para mejorar las molestias, dolor e inflamación y evitar la aparición de hematomas resolviendo la situación en un reducido espacio de tiempo.

Picaduras, quemaduras de primer grado, urticarias (los niños con alergias alimentarias requieren un tratamiento específico en caso de urticaria)

Aunque en un colegio puede producirse durante el recreo o la actividad física al aire libre la picadura de algún insecto del tipo mosquito, pulga, avispa, etcétera. En los países del Mediterráneo, es frecuente encontrar en los patios de los centros docentes distintas variedades de pinos a los que, llegada la primavera suben las orugas de procesionaria y cuyos pelos son urticantes, pudiendo producir ronchas en las zonas de piel no cubiertas.

APIS MELLIFICA es un excelente medicamento homeopático muy eficaz para estos habones o ronchas producidos por la procesionaria y también en caso de picaduras de insectos como avispas o abejas.

En el caso de los adolescentes y durante sus prácticas en el laboratorio del centro docente pueden producirse quemaduras por fuego, calor o de tipo químico, siendo también Apis Mellifica un gran aliado en las quemaduras de primer grado, superficiales, y que afectan a la capa más externa de la piel, la epidermis.

  

Diarrea, vómitos y molestias gastrointestinales

No es nada infrecuente que un cuadro de este tipo, generalmente vírico, debute en el colegio. Ante estas situaciones y mientas los padres acuden a recoger al niño, la toma de unos gránulos de ALOE COMPOSE o IPECA proporcionaran al pequeño o pequeña un bienestar digestivo al iniciar desde el primer síntoma el tratamiento del proceso.

Convulsiones febriles

Tampoco es infrecuente que un niño inicie en el colegio cualquier cuadro vírico con fiebre. Especialmente los más pequeños. En algunos casos y por primera vez en la vida del niño, la fiebre puede ir acompañada de una convulsión desencadenada por la misma fiebre. Estas convulsiones, en general, tienen buen pronóstico, están limitadas en su duración y no dejan secuelas, aunque alarme mucho a las personas que lo rodean.

La toma de gránulos de BELLADONA, que podemos repetir a los 10-15 minutos puede ser muy eficaz para revertir la situación convulsiva al mismo tiempo que tratamos la fiebre mientras se toman otras medidas sanitarias.

Crisis nerviosas

De la interacción de los alumnos de un centro escolar surgen situaciones que algunas veces (cada día más) dan lugar a llanto inconsolable o aún peor, crisis de ansiedad. Me refiero a las discusiones, peleas, acoso escolar, problemas de adaptación, exámenes, etcétera.

Son numerosos los medicamentos homeopáticos que per se pueden tratar todas y cada una de esas situaciones de angustia del estudiante, pero discernir cual es el adecuado en cada momento, requiere unos conocimientos de terapéutica homeopática que entran en el ámbito del profesional de la medicina o farmacia.

No obstante, existen en el mercado varios preparados que reúnen los medicamentos más utilizados en la práctica para este tipo de problemas y que pueden ser muy útiles para atajar, en ocasiones con rapidez, los síntomas nerviosos. Todo ello sin perjuicio para el chico o chica en cuanto a sueño, perdida de capacidad de concentración o dependencia.

Todos los médicos que hemos incorporado medicamentos homeopáticos a nuestras prescripciones diarias y con ello aumentado las posibilidades de un mejor tratamiento para los pacientes, nos preguntamos:

• Si no quiero dañar a mi paciente joven.
• Si quiero ser eficaz y rápido en el tratamiento.
• Si no quiero esperar efectos secundarios.
• Si no quiero preocuparme por interferir en otro eventual tratamiento habitual.
• Si bastante tengo con atender al problema como para valorar el peso y edad del chico/chica para buscar una dosis adecuada.

Porqué no disponer en todos los centros escolares de 3-4 medicamentos homeopáticos de venta en farmacias y que pueden resolver muchos problemas del día a día. Porque privar a los docentes de un poco de “tranquilidad terapéutica” antes las situaciones de este tipo.

Docente y alumnos saldrían ganando.

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