Escritos

Paciente

Busqué un pediatra homeópata cuando tuve a mis hijos. Acudí al homeópata que me había tratado de pequeña en Buenos Aires y me recomendó una serie de personas en Madrid. Mi primera experiencia con un pediatra fue muy mala, me daba lecciones, me ponía a prueba… Cuando conocí a mi actual pediatra homeópata, descubrí a alguien que me escuchaba y conversaba conmigo con respeto y dedica mínimo una hora y media por niño. Alguien que pregunta mucho, que observa al niño en consulta, le trata como una persona digna de consideración y se sorprende por los avances, por las cualidades de cada niño.

Los tratamientos que nos ha ido ofreciendo han dado resultado, los niños que han ido a la guardería se enfermaban uno de otitis, otro de faringitis recurrentemente y el proceso duraba entre 7 y 10 días. Esto antes de conocerla y desde que nos apoya, el tiempo se ha reducido y una otitis es una supuración puntual y ya está y la tos no llega a faringitis ni a nada más.

Los chicos tienen energía aún cuando está enfermitos. Siento un gran apoyo y que efectivamente alguien nos da soporte en el cuidado de mis hijos. Una personas que está actualizada, que nos recomienda tratamientos a parte de la homeopatía como osteopatía, aceites esenciales testados en niños, fitoterapia. Todo desde el respeto a nuestras preferencias personales, también en materia de vacunas, la última palabra es nuestra siempre y no supone un problema y todos pediatra y padres somos transparentes cuando hablamos.

Tranquilidad y agradecimiento totales.

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