Escritos

Soy una mujer de 89 años. Hace 7 años que fui a la consulta de la Dra. Maria Fuentes, desesperada porque me dolía todo mi cuerpo todo el día, a pesar de calmantes muy fuertes que mi médico llevaba años recetándome. Tenía y tengo artrosis. Tomaba muchos medicamentos: morfina desde hacía muchos meses, además de relajantes musculares, antiinflamatorios, y uno para la tensión alta. A pesar de todo eso, no podía hacer casi nada sola: no me podía vestir, ni agacharme, ni lavarme, ni cocinar, ni abrir botellas, ni latas, en fin, dependía de mi hija, para casi todo. Tenía entonces casi 80 años. Además, apenas podía dormir, por los dolores y por una angustia e inquietud que no me dejaba ni de noche ni de día. Y todo eso me angustiaba, porque he sido y soy una mujer muy independiente, y yo quería seguir viviendo sola, y valerme por mí misma. Poco a poco, cuidando algo más la alimentación, aunque reconozco que no todo lo que debo, y tomándome los tratamientos homeopáticos que la Dra. María Fuentes me fue dando, cada tres meses, he ido estando cada vez mejor. En pocos meses, mejoré muchísimo. Dejé poco a poco todos los fármacos. Actualmente, sólo mantengo una pastilla para la diabetes, que llevo más de 20 años tomando. El resto, nada. A punto de cumplir los 90. vivo de manera completamente autónoma hace ya muchos años, camino cada día, paseo por el pueblo, hago vida social normal, arreglo mi casa, las macetas, compro, cocino,y sobre todo, tengo un humor alegre y tranquilo, y me gusta la vida. Mis vecinas me preguntan qué he hecho que cada vez estoy mejor. Yo las mando a la doctora, para que las ayude, aunque la mayoría no lo hacen. Y yo sigo yendo a que me ayude cada 4 ó 5 meses. Y estoy agradecida de poder seguir viviendo mi vejez de manera autónoma, sin necesitar que me cuiden, sin dolor, sin sufrimiento, y sin medicamentos que me hacían daño. Ah!, y mi tensión, es normal!, aunque dejé la pastilla hace ya 7 años. Tengo que decir, que hasta que fui a ver a María (Dra. Fuentes), yo no conocía la homeopatía para nada. Pero con mi experiencia he aprendido que es algo muy útil para la salud y el bienestar, para quitar los dolores, y la angustia, y quitarse pastillas que hacen daño, y seguir cada vez mejor, a pesar de los años.