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Por Dr. Gonzalo Fernández-Quiroga

Hace pocos días el periódico “El Mundo” en su edición de la Comunidad valenciana publicó una noticia en cuyo titular se decía que una jueza había sentenciado a la homeopatía, diciendo de ella literalmente que “puede poner en riesgo la salud”. Para más inri, también la calificaba de pseudoterapia y la magistrada dudaba de su condición de medicamentos.

Para empezar, comenzaremos por aclarar que nada de esto es tal como lo cuenta el diario y así se lo hemos hecho saber a este medio y a todos los demás que han seguido su estela y sacado artículos sobre este tema:  la jueza no dice las palabras que se han querido poner en su boca. Además, tampoco es una sentencia, sino un auto. Y sencillamente, lo que ha hecho la jueza es archivar una denuncia por injurias y calumnias.

En estos momentos, los médicos homeópatas denunciantes han recurrido el auto a una instancia superior y el proceso sigue abierto. Hasta aquí todo normal y ningún motivo para que este acto hubiera merecido ser noticia. ¿Será quizás que convenía buscar un hecho noticiable y se ha estirado demasiado el chicle? Por otro lado, la jueza tampoco se ha pronunciado acerca de la capacidad terapéutica de la homeopatía, y no lo ha hecho, pese a lo que se ha querido hacer constar mediáticamente, porque sencillamente tampoco era ese el objeto del auto.

Con todo, parece que últimamente lo grupos pseudo escépticos han creído oportuno hacerse las víctimas judicialmente como si fuesen perseguidos por no sé qué organizaciones (incluso con campañas de micromecenazgo) cuando los únicos realmente acosados e injuriados somos nosotros, los profesionales de la Terapias Médicas no Convencionales (TMNC).

Con este tipo de acciones públicas que discurren, sobre todo, en redes sociales y, a menudo, son respaldadas por ciertos medios de comunicación afines, estos “activistas contrarios a la homeopatía” (el término “escépticos” ya se les queda corto para su grado de actividad y estrategia) sin duda buscan dar un paso más en su área de influencia y ahora pretenden fiscalizar e intervenir en las decisiones judiciales aparentando un victimismo compungido e irreal.

Al hilo de todo lo anterior, el escritor y periodista Miguel Jara ha publicado un post titulado “las estrategias pseudocientificas para influir en las sentencias de los jueces en el ámbito sanitario” donde pone en antecedentes al lector de otras situaciones similares donde algunas “sociedades científicas”, “reales academias”, laboratorios, Valencia, ciencia, pseudociencia… con el tiempo, han quedado retratadas. ¿Volverá a ocurrir lo mismo en esta ocasión y, a corto plazo, las cartas se pondrán sobre la mesa y la homeopatía y las TMNC que ahora parecen culpables de tantos males, se tornarán de nuevo “libres” y complementarias? Os recomendamos su lectura detenida.

Artículo completo del escritor y periodista Miguel Jara aquí

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