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Ya llegó el verano y con él también llegaron los planes de playa y piscina. Y es precisamente en playas y piscinas en donde muchas personas, especialmente sensibles al frío y a la humedad, pueden estar más expuestas a sufrir determinadas dolencias, como es el caso de las infecciones de orina, también conocidas más técnicamente como infecciones del tracto urinario (ITU).
De hecho, según datos de la Asociación Ginecológica Española, quedarse con el bañador mojado mucho rato es la causa del 50% de las infecciones genitourinarias que se producen en el verano.
Las cistitis son mucho más frecuentes en mujeres debido a que su uretra, el conducto que comunica la vejiga con el exterior, es más corta, lo que facilita la entrada de bacterias desde el exterior al interior de la misma. De hecho, el 43% entre 14 y 61 años ha tenido por lo menos una ITU en su vida. No obstante, los hombres también son susceptibles de padecerlas.
Un dato que pone de relevancia la incidencia de estas infecciones es que las cistitis, junto con las infecciones respiratorias, son las infecciones más comunes1 en atención primaria.
Causas de las cistitis
El término de cistitis hace referencia a la inflamación de la vejiga urinaria y la causa más frecuente origen de estas inflamaciones son las infecciones bacterianas. Virus, hongos e incluso algunos parásitos, también pueden ser los responsables de estas infecciones pero en mucha menor medida.
Con mucha menor frecuencia, las cistitis también pueden tener un origen no infeccioso. Así, algunos tratamientos médicos como la radioterapia, determinados medicamentos o los propios sondajes, sustancias químicas presentes en productos de higiene o las complicaciones de otras enfermedades, como la diabetes o los cálculos del riñón, pueden generar estos procesos inflamatorios a nivel de la vejiga urinaria.
Aunque las cistitis pueden aparecer en cualquier época del año, en verano suelen ser mucho más frecuentes debido a que los sudores y los baños en piscinas, playas, ríos, lagos, etc., favorecen la humedad prolongada en la zona genital, lo que facilita la proliferación de microorganismos en la zona. Además, el frío y la humedad local también pueden producir una bajada de las defensas de la zona genital en personas especialmente sensibles.
En el caso de las cistitis producidas por una infección bacteriana, las más comunes en verano, estas suelen ser causadas, en la mayoría de los casos, por la bacteria Escherichia coli (E. coli). Esta bacteria habita de forma natural en nuestro aparato digestivo y es cuando pasa a nuestra vía urinaria cuando puede llegar a producir las infecciones de orina.
Otras situaciones que pueden predisponer a desarrollar una infección de orina pueden ser las relaciones sexuales, el embarazo y la menopausia con sus cambios hormonales, los problemas de próstata y determinadas situaciones que depriman el sistema inmunológico como algunas enfermedades o tratamientos médicos como la quimioterapia.
Las anomalías congénitas del tracto urinario suelen ser una de las causas más frecuentes de infecciones de orina de repetición en los más pequeños.
Principales síntomas de las cistitis
Algunos de los síntomas y de los signos que pueden hacernos pensar que estamos sufriendo una serían:
- Ardor y/o dolor al orinar.
- Dolor al mantener relaciones sexuales.
- Necesidad imperiosa y frecuente de orinar.
- Orinar muchas veces, pero muy poca cantidad.
- Orina oscura, turbia, de olor fuerte.
- Sangre en la orina.
- Molestias pélvicas.
- Enrojecimiento en la vulva y dolor genital.
- Fiebre baja.
Si hablamos de las cistitis bacterianas, es muy raro que surjan complicaciones si se tratan adecuadamente. Sin embargo, si no se tratan o no se hace adecuadamente, la infección puede llegar a alcanzar al riñón pudiendo afectar tanto la función como la propia estructura del órgano. El dolor en la zona baja de la espalda, la fiebre (incluso con escalofríos), las náuseas y los vómitos son datos que pueden hacernos pensar en esta afectación renal.
Prevención de las cistitis
Existen hábitos que nos pueden ayudar a prevenir las infecciones de orina como pueden ser:
- Beber agua regularmente.
- No demorar ir al baño cuando tenemos ganas.
- Orinar después de tener relaciones sexuales.
- Evitar el uso de jabones fuertes en la higiene genital.
- Usar bañador de algodón, cambiarlo después del baño y reforzar la higiene de dicha zona en los días de playa y piscina.
Prevenir y tratar las cistitis con homeopatía
Algunas personas, especialmente mujeres, tienen cierta predisposición a sufrir estas infecciones de orina de forma recurrente. Medicamentos homeopáticos a base de SILÍCEA, SEPIA o NATRUM MURIATICUM son de uso habitual con el fin de prevenir estas frecuentes recaídas.
NARUM SULFURICUM, THUJA y DULCAMARA serán medicamentos homeopáticos que usaremos frecuentemente en aquellas personas con una sensibilidad extrema a la humedad, que actuará como desencadenante de estas infecciones de orina.
Un medicamento homeopático que ayuda en gran manera a prevenir las cistitis tras las relaciones sexuales es STAPHYSAGRIA.
Un nivel de prevención muy interesante es el que tiene que ver con el agente causante. Así, cuando sepamos que la bacteria que está detrás de estas infecciones de repetición sea la E. coli, como es tan frecuente, podremos utilizar COLIBACILLINUM para mejorar la respuesta inmunológica de la persona frente a dicho germen.
Una vez que los síntomas hayan aparecido, también podremos utilizar ciertos medicamentos homeopáticos para tratarlos. El uso de antibióticos será valorado por el médico y la combinación de ambos, medicamentos homeopáticos y antibióticos, no hará más que aumentar la eficacia del tratamiento y mejorar el pronóstico del paciente siempre que el caso lo precise.
De entre los medicamentos homeopáticos, dependiendo de cómo se manifieste la cistitis, los más frecuentemente utilizados serían:
- CANTHARIS. Útil cuando el paciente presenta dolores intensos, con escozor antes, durante y después de la micción. La orina suele ser oscura, poco abundante e incluso puede ir acompañada de sangre.
- MERCURIUS CORROSIVUS. Recomendaremos este medicamento si el paciente presenta los mismos síntomas que para el uso de CANTHARIS, pero más intensos. En algunos casos, la asociación de ambos medicamentos puede ser de gran utilidad.
- ARSENICUM ALBUM. Pensamos en él cuando los dolores al orinar son muy ardientes, pero aun así el paciente busca el calor para aliviar sus síntomas. La indicación de este medicamento homeopático se refuerza si el paciente se siente cansado y ansioso.
- TEREBINTHINA. Se determina su uso en función del color y olor de la orina, que suele presentar como posos de café a consecuencia de la sangre que puede contener.
- ACONITUM. Es un medicamento homeopático especialmente indicado en las cistitis de aparición brusca tras la exposición a un frío intenso. El paciente puede llegar a presentar fiebre alta y es muy frecuente que el cuadro debute a lo largo de la noche de forma rápida e intensa. El paciente estará congestionado y agitado.
Estos son algunos ejemplos que nos ilustran las posibilidades de la homeopatía en la prevención y el tratamiento de las infecciones urinarias. Siempre, el médico experto en homeopatía valorará, en cada caso particular, cuál será el tratamiento más adecuado y que otras opciones terapéuticas se podrán tener en cuenta.
Recordad también siempre la seguridad y la tranquilidad que
nos da el poder usar los medicamentos homeopáticos en niños pequeños y bebés, mujeres
embarazadas, personas muy mayores y pacientes polimedicados con total
confianza.
[1]En una encuesta epidemiológica que se hizo en España a 6.500 mujeres en el 2007, una de cada cuatro había sufrido algún episodio de cistitis a lo largo de su vida.
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