Por Dr. Gonzalo Fernández-Quiroga

Cuando a finales de 2018 el gobierno español presentó el Plan de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias y, poco después, y con el dinero de todos (más de 1 millón de Euros) la campaña #ConPrueba, ya nada volvió a “ser normal” en el mundo de las terapias naturales.

Sin embargo, el acoso que se produjo  a partir de ese momento, insólito por su agresividad, tuvo su comienzo años antes con declaraciones explícitamente contrarias de al menos tres ministros (Carmen Montón, Maria Luisa Carcedo y Pedro Duque) y posicionamientos en contra de algunas instituciones colegiales sanitarias y medios.

Lo paradójico de su Plan es que cualquier sanitario comparte el objetivo que este persigue, o sea, evitar abusos y apoyar al paciente vulnerable. Sin embargo, se ha intentado meter a todas las terapias en el mismo saco para así desprestigiar, sobre todo, a las más conocidas, con mayor implantación y  mayor grado de evidencia como la homeopatía. En mi opinión, evitar estos abusos a los que se refiere el Gobierno sería muy fácil si existiese una regulación clara y una lucha decidida contra el intrusismo, cuya responsabilidad, precisamente, compete a los poderes públicos.

Por lo que respecta a la situación de los médicos, farmacéuticos y veterinarios, en cuanto a su campo de actuación, está todo claro: estos pueden ejercer terapias autorizadas en el ámbito de sus competencias y están sujetos a la normativa colegial y legal existente. O sea, que no hay que inventar nada. Por lo que no se entiende, entonces, la voluntad de desinformación e inquina del Gobierno contra las terapias naturales haciendo suyos los argumentos de grupos de presión psudoescépticos.

Desde la ANH, esperamos que con la llegada de la “nueva normalidad” y el cambio de gobierno de hace unos meses, cambie también la sensibilidad hacia las terapias cambie y estas vuelvan a ser aceptadas como lo que son, una opción más dentro de la medicina con la que ofrecer el mejor tratamiento a cada paciente. Esperamos, entonces, ser escuchados. Y lo esperamos, además de por todos los profesionales que nos dedicamos a estas terapias, sobre todo por el bien de millones de personas que las utilizan y se benefician de ellas. Si quieres profundizar más sobre los detalles que explican por qué en España la situación de la homeopatía no es normal, te invito a leer mi último post.

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