Pautas para el comienzo del curso: el llamado “síndrome postvacacional”
Estoy seguro de que muchos padres y madres entre los que me encuentro, incorporamos a nuestro organigrama anual el mes de septiembre, como aquel en el que comienza el calendario laboral, escolar, de proyectos, etc., tanto de nuestros hijos como de nosotros mismos.
Por supuesto, en esta sociedad actual en la que se tiende a poner nombre a todo, la tradicionalmente llamada “vuelta al cole” se ha transformado en el síndrome postvacacional y se han sistematizado una serie de síntomas y sobre todo de consejos para paliar en lo posible la “terrible sintomatología” en la que nos podemos ver inmersos por el simple hecho de regresar nosotros o nuestros hijos a la actividad habitual.
Después de las vacaciones de verano es frecuente tener que volver a ajustar horarios, comidas, ocio, adaptación al clima….y en el caso de los niños muchas veces nuevos compañeros o profesores, nuevo colegio, nuevos conocimientos y actividades…. Hay algunos consejos ya clásicos para evitar o al menos minimizar los problemas que puedan presentarse en esa vuelta general a la actividad.
Si ese reajuste vital llega a producirnos ansiedad, estrés, nerviosismo, diarrea, insomnio o frustración y nos desborda es conveniente que consultemos con un profesional de la salud para que esta situación no se alargue en el tiempo.
Centrándonos en los niños y fundamentalmente en dos temas, rutinas y alimentación, me permito daros algunos consejos.
RUTINAS
- De manera general es conveniente un ambiente relajado al levantarse. Evite los agobios y las prisas por salir de casa. Nada de prisas por la mañana. Hay que procurar despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la escuela infantil.
- Es importante retomar el hábito de los horarios de sueño y comidas de forma gradual, adelantando media hora cada día la hora del despertar al menos una semana antes de que comience la actividad en el colegio. De esta forma se irán adaptando a la nueva agenda sin gran esfuerzo.
- Conviene elaborar unas pautas desde que el niño se levanta (asearse la cara, lavarse las manos, vestirse, lavarse los dientes, desayunar…) para fijar una rutina lo antes posible.
- Despedidas rápidas. Evita prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir seguridad al niño y evitar dramatismos. Tu hijo debe saber que dentro de un rato vendrás a recogerle y que lo que estás haciendo es lo mejor para él. Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y a recogerle. Esta rutina le proporcionará seguridad y, además, se acostumbrará antes al cambio.
- Motivación y ánimo. Al salir de la escuela infantil, dedica tiempo a tu hijo, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la escuela. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.
- Dado que el final de las vacaciones no implica necesariamente un cambio en la climatología, podemos mantener algunas actividades como las que hacíamos en verano, adaptándolas siempre a los nuevos horarios evitando acostarse tarde, así la transición será más suave.
ALIMENTACIÓN
- Intentemos una vez más que nuestro hijo no se salte el desayuno y que este sea lo más coherente posible. La mañana es la parte del día en que más energía necesitamos. Se recomienda que consuman un bol de leche con cereales no dulces y una pieza de fruta. Seamos imaginativos a la hora de presentarlo al niño. No obstante conviene saber que hay niños que rechazan por completo comer recién levantados.
- No nos cansaremos de recomendar el limitar al máximo la ingesta de refrescos y zumos azucarados. Mire las etiquetas de los productos, en muchas ocasiones se llevará una sorpresa.
- Tampoco nos cansaremos de aconsejar el recurrir a piezas de fruta fresca si tienen hambre entre horas, ya que son una fuente de vitaminas y minerales. El día de fruta en el colegio no cala en el niño si no hay un hábito en el ámbito familiar de consumirla.
- Es trascendental que los padres prediquen con el ejemplo. Si no se tienen hábitos de descanso o alimentación en el seno familiar, difícilmente podemos exigir a los niños, imitadores por naturaleza, que los hagan suyos.
- Es importante no utilizar los alimentos o los restaurantes de comida rápida para premiar o castigar el comportamiento.
¿Pero qué ocurre si todos nuestros desvelos no son suficientes para con nuestro hijo o nosotros mismos? Parece desproporcionado tener que recurrir a un ansiolítico o antidepresivo y más aún en un niño pero por desgracia esa es la única solución que nos sugiere la farmacología convencional.
Los medicamentos homeopáticos, por su especificidad a la hora de tratar los síntomas de manera individualizada constituyen un tratamiento de primera intención. Podremos utilizarlos en nuestros hijos o nosotros mismos, son seguros y compatibles con cualquier tratamiento de base.
Escogiendo entre diversos medicamentos he podido dar cumplida respuesta a esos síntomas, banales a veces, otras no tan banales, pero en cualquier caso con una acción rápida y una gran seguridad farmacológica.
El modo en que cada individuo –adulto o niño-, manifieste, mejore o empeore las molestias que le produzca la vuelta a la actividad será de gran valor para el médico homeópata a la hora de escoger el medicamento homeopático más útil para el paciente.
Recuerde. Hay un método natural, eficaz y seguro de hacer si lo precisa, una buena incorporación a la actividad, los medicamentos homeopáticos.
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Buenas tardes,
Quería informarme si la ansiedad y la depresión se pueden tratar con homeopatía.
He tratado a mis hijos con ella en tu consulta y quería saber si hay también esa opción para mi hijo adolescente.
Gracias y saludos
Hola Carmen, tanto la ansiedad como la depresión pueden tratarse de manera eficaz con homeopatía a cualquier edad y en mi opinión con especial utilidad en la complicada etapa de la adolescencia en la que afloran alteraciones del carácter y comportamiento y se tiende a rechazar cualquier tipo de ayuda.
Resulta muy útil terapéuticamente hablando el poder particular el tratamiento según las necesidades de cada persona.
Estaré encantado de poder ayudarte si es eso lo que deseeas.
Un cordial saludo.