OMS

Hace unos días leía una noticia en prensa. Según la OMS nuestra actual generación de niños será la primera conocida a la que se le pronosticará una esperanza de vida menor que la de sus padres. Y me dio mucha pena. Me da mucha pena lo que estamos haciendo con la salud del planeta y de todos los que lo habitamos. También leí hace tiempo una frase que decía algo así como: “¿cómo pretendemos estar sanos en un planeta enfermo?”. La salud no tiene que ver con cuantos medicamentos nuevos patentemos cada año. La salud es una estrategia global, planetaria. Económica, política, social, medioambiental. Compasiva y solidaria.

Y, pensando en esa nueva estrategia de vida, pensaba en una medicina que cuidara a las personas sin dañarlas. Que las ayudara a recuperar su equilibrio estimulando los inmensos mecanismos de reparación que posee nuestro cuerpo. Una medicina que mirara a cada persona como lo que es, un ser único con su propia manera de sufrir y de sanar. Y me di cuenta que estaba pensando en la homeopatía.