La homeopatía en enfermedades infantiles

El doctor Jorge Manresa explica en este vídeo cómo la homeopatía puede ser una gran aliada para el tratamiento de las enfermedades infantiles.

“Cualquier médico desea disponer de  una serie de medicamentos que le puedan ser útiles y seguros en cuanto a que cumplan las cuatro premisas de cualquier tratamiento farmacológico, que sean seguros, que sean eficaces, que tengan los mínimos o ningún efecto secundario y que sean bien aceptados por los pacientes, por qué no, especialmente en pediatría.  Ahora bien, hay ocasiones en las que nos vemos obligados a utilizar medicamentos que fuera de la ficha técnica debemos utilizarlos porque no disponemos de más medicamentos para curar a nuestros niños”.

La seguridad del medicamento homeopático

El medicamento homeopático, prosigue el doctor Manresa, cumple esas cuatro premisas. “No vamos a tener problemas con ellos en cuanto a sobredosis o intoxicación, podemos utilizarlos dentro del ámbito familiar con comodidad para cualquier miembro de la casa y no tendremos problema con una embarazada o bien con personas de edad que tomen otra serie de medicamentos”. 

La homeopatía permite tratar problemas de tipo agudo; de tipo crónico; o problemas de repetición, algo importante en los niños. “Los medicamentos homeopáticos son eficaces para alergias, trastornos de comportamiento, del sueño, incluso hay veces que podemos llegar a evitar la cirugía cuando hablamos de problemas de amígdalas, de adenoides, de tumores, de verrugas, de quistes, asesos, en ocasiones podemos hacerlos desaparecer sin tener que recurrir a la cirugía. En cualquier caso estamos hablando de los medicamentos más seguros de la farmacia y en los que el tratamiento de manera específica nos va a aumentar la eficacia”, añade el doctor Manresa.

Ventajas de la homeopatía en niños

Además, la homeopatía puede ser una gran solución para las enfermedades infantiles. “Los medicamentos homeopáticos pueden utilizarse, como hemos dicho, a distintas edades, con la misma cantidad, la misma frecuencia y todo exactamente igual, no hay que calcular la dosis como ocurre con un medicamento convencional. Ahora bien, el niño tiene una respuesta más rápida, el niño tiene unos cuadros sintomáticos más floridos, lo que facilita mucho la labor del homeópata, con lo cual se puede establecer el tratamiento con mucha más facilidad y se puede llegar a un tratamiento realmente eficaz”, finaliza el doctor Manresa.