¿Cómo puede ayudar la homeopatía en el tratamiento de los esguinces?

Cuando estaba en segundo curso de medicina conocí a un gran médico que me animó a formarme en Osteopatía. Me dijo algo así: Si llevas la medicina en tus manos nunca nada te impedirá poder practicarla. Y me convenció, así que ese mismo año me matriculé e hice mi formación. Luego, como pasa siempre, vinieron otros cursos, otros maestros y poco a poco fui creciendo en el uso de las Terapias Manuales. Y eso mismo hizo que el tratamiento de los problemas del aparato locomotor estuviera muy presente en mi práctica clínica desde el principio. Así que los esguinces han sido de siempre, como os digo, una consulta que he atendido y atiendo frecuentemente.

Las articulaciones son estructuras anatómicas pensadas y diseñadas para el movimiento y para que este movimiento se produzca de una forma eficaz necesitan de elementos que proporcionen fuerza cinética y de elementos que les proporcionen estabilidad. La fuerza la generan los músculos y la estabilidad está a cargo de los ligamentos. Y cuando estos ligamentos se distienden, se estiran más allá de su capacidad fisiológica, aparece la lesión, el esguince.

Un esguince puede tener diferentes grados de gravedad en relación al daño que la distensión haya generado en el propio tejido del ligamento. Así, algunos esguinces necesitarán tan solo de reposo relativo para recuperarse, otros precisarán una inmovilización con vendajes o férulas y algunos, incluso, pueden requerir cirugía. Y, aparte de antiinflamatorios para mitigar el dolor y la cirugía en las pocas ocasiones en las que llega a ser necesaria, esto es lo que ofrece el abordaje convencional en el tratamiento de estas lesiones. Es decir, esperar a que se curen solas. Y es aquí en donde la Homeopatía junto con el tratamiento manual nos da un punto de excelencia en el tratamiento porque nos permiten estimular los mecanismos de reparación del organismo acelerando la curación, modulando los síntomas, disminuyendo las complicaciones y mejorando la recuperación.

Nuestro cuerpo tiene unos mecanismos de autorreparación y de adaptación que constantemente está poniendo en marcha. La vida puede resumirse en una simple relación: Estímulo – Respuesta. Cada vez que damos un paso son todos los músculos y ligamentos de nuestro cuerpo los que tienen que adaptarse para que mantengamos un centro de gravedad estable y no caernos. Por eso los niños pequeños se caen tanto cuando están aprendiendo a andar, porque aun su sistema nervioso no es capaz de coordinar todas las adaptaciones mecánicas que les permitirían mantener su centro de gravedad estable.

Y fijaos en lo paradójico de este mundo; el oxígeno y el sol, las fuentes de la vida en este planeta, son estímulos de los que cuerpo tiene que defenderse. Si no tuviéramos sistemas de antioxidación y si no tuviéramos también mecanismos de protección en la piel frente a los rayos solares la vida en este planeta para nosotros, como la conocemos, sería imposible. Y la Homeopatía, en este sentido, nos proporciona un aliado en el camino de la búsqueda del equilibrio que, para mí como médico, resulta de un valor inestimable.

Cuando usamos medicamentos homeopáticos en el tratamiento de cualquier dolencia estamos dando a nuestro organismo la oportunidad de mejorar esos mecanismos naturales, propios, de autorreparación que posee. Nuestro cuerpo sabe curar un esguince, lo sabe hacer solo, pero cuando utilizamos medicamentos homeopáticos lo que estamos haciendo es estimular, optimizar, reforzar esas capacidades para hacer que todo ese proceso de curación sea más rápido y eficaz. Y esto ocurre en un esguince y en cualquier problema de salud en donde usemos la Homeopatía.

Medicamentos como ARNICA, RUTA, APIS, BRYONIA, ANACARDIUM, SYMPHYTUM, RHUS TOXICODENDRON, entre otros, nos permitirán ser mucho más eficaces en el tratamiento de estas lesiones y, además, poder ahorrarnos o disminuir notablemente el uso de antiinflamatorios convencionales, con las ventajas que esto siempre conlleva. Y, además, podemos combinar ambos tipos de medicamentos en el caso en que, sobre todo a veces en un primer momento, consideremos que fuera necesario. Pero la verdad es que, en mi experiencia, el manejo adecuado de medicamentos homeopáticos en los esguinces hace innecesarios otros medicamentos en la inmensa mayoría de los casos.

De hecho la propia Federación Española de Medicina Deportiva publicó hace ya algún tiempo un documento de consenso titulado Consenso sobre utilización de la vía parenteral en el deporte. Utilización de medicación homeopática, terapias biológicas y biorreguladoras en donde defendía su utilidad en el tratamiento de las lesiones deportivas tanto por la experiencia acumulada en su uso como por las evidencias científicas ya disponibles.

Yo, en mi consulta, siempre toco a mis pacientes, sea cual sea su problema de salud, porque la Osteopatía te enseña que el equilibrio mecánico siempre influye en nuestro estado de salud. Que las partes influye en el todo y que el todo influye en las partes. Siempre. Y esa misma visión del ser humano la comparte con la Homeopatía. Y también comparten el hecho de llevarnos a hacia la salud estimulando nuestros propios recursos de autorregulación.

Osteopatía y Homeopatía: Sencillamente, por una medicina mejor.

Si te ha gustado ¡compártelo!