Entrevista a Niurka Meneses, investigadora en Ciencias Biomédicas y especialista en Agrohomeopatía

“A la APETP les diría que vengan a mi laboratorio de la Universidad de Berna para que vean los experimentos y hablen con el equipo”

 

Buenas días Niurka, gracias por este encuentro. Mi primera pregunta es: ¿Quién eres?

¡Algunos dicen que soy una extraterrestre!

¿Por qué dices eso?

Porque siempre estoy fuera de los parámetros estadísticos normales. Me gusta hacer las cosas de manera diferente, es la manera de obtener resultados diferentes.

En el campo de la salud también eres extraterrestre…

Lo fui como paciente y también en el campo profesional. Soy fan de lo no convencional, de los métodos poco conocidos. Me gusta explorar y estoy abierta a lo nuevo y a los retos. Pero me he dado cuenta de que a la gente no le gusta salir de la zona de confort.

¿Qué campos has explorado?

Curación cuántica, por ejemplo.

¿Y algo a medio camino entre lo cuántico y lo farmacológico?

Sé que quieres que diga “homeopatía”, pero es que para mí ya no es una terapia rara. Antes sí que lo fue para mí, ¡de hecho pensaba que solo era agua con alcohol!

¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Un tratamiento homeopático que me curó el asma.

¿Cómo sabes que no fue por azar o por efecto placebo?

Llevaba ya 28 años con fármacos, durante los cuales sufrí innumerables crisis e incluso un paro cardiorrespiratorio. Me recomendaron homeopatía pero acudí a ella escéptica, no pensaba que funcionaría. Así es difícil que ocurra el efecto placebo porque se basa en las expectativas.

Además, tú tienes una mente científica…

En aquella época era investigadora en biotecnología de las plantas, era la jefa del laboratorio de biología molecular y bioquímica. Pero antes de eso había estudiado física nuclear y había conocido la física cuántica. Mucho tiempo después recuperé ese conocimiento para tratar de entender mejor la homeopatía y otras terapias.

Aquí tenemos una “investigadora biomédica” (Elena Campos) que representa a una asociación contra las terapias no convencionales (APETP) y lucha activamente contra la homeopatía.

He oído hablar de ella. Yo soy Doctora en Ciencias Biomédicas pero, además, investigo activamente en el campo de la homeopatía, tanto en el laboratorio como en el campo con los cultivos. A la APETP y a su presidenta les diría que vengan a mi laboratorio de la Universidad de Berna para que vean los experimentos y hablen con el equipo.

“LLEVABA YA 28 AÑOS CON FÁRMACOS, DURANTE LOS CUALES SUFRÍ INNUMERABLES CRISIS E INCLUSO UN PARO CARDIORRESPIRATORIO Y UN TRATAMIENTO HOMEOPÁTICO ME CURÓ EL ASMA”

¿Me cuentas algo más de esos estudios?

Hace ya años que empecé a estudiar la homeopatía dinamizando antibióticos que afectan a la expresión génica de algunas células, lo cual hace que aumente la producción de cierta proteína. El resultado fue que el efecto se mantiene, y así se demuestra que la homeopatía es biológicamente activa. Los experimentos incluían diluciones dinamizadas 30CH (en las que los escépticos dicen que no hay principio activo) que fueron tan activas como las diluciones dinamizadas más bajas (6CH y 12CH).

Al hablar con el jefe del laboratorio no me negaron los resultados pero me dijeron que estaba fuera de la línea de investigación establecida. A pesar de ello continué el trabajo usando medicamentos homeopáticos clásicos y de nuevo comprobé sus efectos.

¿En que trabajas ahora?

Trabajo en un laboratorio de radiofármacos. Pero en mi tiempo libre sigo investigando en homeopatía y afortunadamente cuento con el apoyo de otros investigadores en otros laboratorios. En concreto me apoyan dos doctores, uno experto en espectrometría de masas y otro en bioquímica. Uno de ellos trabaja con líneas celulares de cáncer de pulmón y le propuse incorporar a sus estudios una serie con un medicamento homeopático (Carcinosinum 200CH). Usando análisis proteómico el resultado fue muy interesante. El protocolo de investigación era el mismo que con cualquier otro principio activo, incorporando controles para estar seguro de que los efectos eran reales y específicos. Fue una sorpresa para todos que se activaran muchas proteínas mitocondriales.

Esto de la proteómica no es muy conocido, ¿nos lo explicas?

La genómica estudia los genes y la proteómica estudia las proteínas que son el resultado de la activación de los genes. Las estudia bajo diferentes circunstancias, es decir que es un análisis dinámico. Es un avance respecto a otros más conocidos porque cuando los genes cambian su comportamiento a veces eso no se traduce en un cambio de la función o el comportamiento de las células. En cambio, las proteínas indican lo que está ocurriendo de manera definitiva. Además, como son específicas de determinados tejidos o funciones, nos indican dónde ejercen sus efectos los principios activos, incluyendo los homeopáticos. 

¿Vas a seguir investigando en ello?

¡Claro, por supuesto! Este estudio abre una puerta enorme al futuro de la investigación de laboratorio en homeopatía. Hay que estudiar nuevos medicamentos y diluciones, y también vamos estudiar los efectos en las proteínas de las plantas, ya que la agrohomeopatía me interesa especialmente.

Cuéntame más de la “agrohomeopatía”.

Es el uso de la homeopatía para cuidar de las plantas, y tiene muchísimo interés cuando hablamos de grandes cultivos. Todo empezó porque cuando comencé a tratarme con homeopatía para él asma, los restos que me quedaban los tiraba a una maceta, siempre la misma. Me di cuenta de que creció más que las demás, con flores más grandes y colores más vivos. El medicamento era Arsenicum album 30CH.

¿Y desde entonces qué otras experiencias has tenido con las plantas?

En aquella época trabajaba en biotecnología para las plantas. Había una biofábrica que produce plantas in-vitro que luego se trasplantan al campo. Se producía mucha contaminación por bacterias y a consecuencia de ello se perdía el 30% de la producción. Pedí que no las tiraran y apliqué 4 medicamentos (Caléndula, Arsenicum album, Cina y Sulfur). Sacaba la planta del gel donde se cultiva, la lavaba y añadía la homeopatía, y luego las ponía en un nuevo gel. El resultado fue favorable con todos los principios activos homeopáticos y además de diferentes maneras: con Cina se evitaba la muerte del tejido y con Sulfur el tallo era más grueso (resistían mejor), es decir que volvían a crecer las bacterias pero las plantas lo soportaban mejor. Con el Arsenicun album obtuvimos el mejor resultado porque no volvían a crecer las bacterias, ¡y supuestamente solo es agua!

¿Cómo reaccionó la biofábrica?

Al principio no sabían que usaba homeopatía. Se quedaron encantados con los resultados y por eso me permitieron avanzar en el proyecto. Conseguimos reducir las pérdidas de producción al 10% con homeopatía en lugar del 30% sin homeopatía.

“A LOS DETRACTORES, LES DOY LAS GRACIAS. ME HAN ANIMADO A SEGUIR INVESTIGANDO PARA BUSCAR LAS CLAVES DEL FUNCIONAMIENTO DE LA HOMEOPATÍA”

Antes nos has contado que también trabajas directamente en el campo. 

Eso es lo que más me gusta, donde más aprendo tanto de las experiencias como de los agricultores. La primera experiencia fue con cultivos de café: hay una zona donde la germinación se retrasaba y el porcentaje de germinación era muy bajo (35 de cada 100 semillas). Aunque sabía muy poco del tema entonces, había leído un estudio realizado con Arsenicum sobre germinación de semillas y decidí probarlo. Así logramos aumentar extraordinariamente la germinación hasta el 95% (95 de cada 100 semillas) y reducir el tiempo a 45 días en vez de los 60 antes del tratamiento.

Allí mismo hicimos otro experimento con semillas de maíz y probando 10 principios activos homeopáticos diferentes. De ellos Cina 200CH fue el mejor y consiguió un 100% de germinación en 2 días, en lugar de los 5-6 días habituales. Para nuestra sorpresa, en el seguimiento las plantas que nacieron de esas semillas no se contaminaron con plagas y el maíz no sufrió el ataque de hongos. Eso sin añadir nuevos tratamiento, sólo con el tratamiento inicial de la semilla.

Suena mejor que el uso de transgénicos para mejorar la resistencia de las plantas, pero con el problema de reducir la biodiversidad entre otros. 

No solo eso, sino que por mis experiencias tengo motivos para pensar que con el tratamiento homeopático las semillas pueden expulsar los nuevos genes de modo que la siguiente generación vuelve a su forma original. Aún no puedo mostrar estudios de laboratorio que lo confirmen, pero los agricultores y yo hemos comprobado que las semillas pueden recuperar sus características habituales, las de la versión no transgénica.

¿Con todas las experiencias que nos has relatado, que dirías a los detractores que siguen negando los efectos de la homeopatía?

Les doy las gracias: me han animado a seguir investigando para buscar las claves del funcionamiento de la homeopatía.

Gracias a ti, Niurka, es un privilegio para la homeopatía contar con profesionales de tu talla, y muy emocionante que participes en nuestro blog.