Cómo puede ayudarnos la Homeopatía en el tratamiento de la enfermedad del beso
La enfermedad del beso; creo que es el nombre más bonito de enfermedad que conozco. Casi te darían ganas de contraerla si no fuera por lo mal que se pasa. Así que hoy vamos a hablar de sus síntomas, cómo se contagia, qué complicaciones puede producir y de cómo la Homeopatía puede ayudarnos en el tratamiento de la mononucleosis infecciosa.
Y los besos, mejor sin mononucleosis.
Qué es la mononucleosis infecciosa. Causas.
La mononucleosis infecciosa es una infección vírica que se transmite por la saliva, de ahí su sobrenombre; “la enfermedad del beso”. Aun así, esta enfermedad no resulta tan contagiosa como otras infecciones víricas, como pueden ser los resfriados comunes o la gripe.
El virus que causa la mayoría de los cuadros es el virus de Epstein-Barr, un virus de la familia del herpes, aunque no es el único y otros virus, como citomegalovirus, VIH, virus de la rubeola o algunos adenovirus, también pueden producir cuadros similares.
Cómo se contagia la mononucleosis.
El virus de Epstein-Barr se traslada de una persona infectada a otra a través de lasaliva, así que uno puede contagiarse por un beso pero también por compartir alimentos, utensilios como vasos o cubiertos y a través directamente de las manos.
Esta es la forma más frecuente de contagio pero hay que tener en cuenta que estos virus también pueden usar otras vías de contagio como la sangre o el contacto sexual.
El periodo de incubación de este virus, que es el tiempo que pasa desde que la persona lo contrae hasta que comienzan los síntomas, suele ser de entre 4 y 7 semanas y las personas pueden comenzar a contagiarlo apenas se hayan infectado con él, antes de comenzar a sentir los síntomas. Incluso algunas personas pueden ser portadoras del virus sin desarrollar la enfermedad.
Una vez que se ha pasado la enfermedad el virus permanece de por vida en el organismo de la persona pero eso no significa que vaya a contagiarlo ya por siempre. Aunque no está del todo claro, se estima que las personas pueden contagiar el virus hasta varios meses tras haber pasado los síntomas.
Eso sí, el contacto con el virus deja una inmunidad permanente y la persona no puede volver a enfermarse.
Síntomas de la mononucleosis.
Los niños, los adolescentes y los jóvenes son los grupos de población que con más frecuencia desarrollan la enfermedad, aunque en los niños pequeños la enfermedad suele cursar con pocos síntomas y, de hecho, en muchas ocasiones pasa sin ser diagnosticada.
Los síntomas que presenta son comunes a muchos otros procesos víricos por lo que es frecuente que se llegue a su diagnóstico tras haber pasado por otros diagnósticos fallidos. Así suele ocurrir que se diagnostique en un principio como una faringitis o una amigdalitis bacteriana y tras dar antibióticos y no resultar se acabe pensando en la enfermedad del beso.
Estos síntomas incluyen:
- Cansancio intenso.
- Fiebre.
- Inflamación y dolor de garganta con las amígdalas inflamadas.
- Dolor de cabeza y corporal.
- Ganglios linfáticos inflamados en cuello y axilas.
- Erupción cutánea.
- Inflamación con aumento de tamaño del hígado y/o del bazo.
Lo habitual es que los síntomas desaparezcan o mejoren notablemente en dos a cuatro semanas aunque es relativamente frecuente que el cansancio pueda mantenerse durante algunas semanas más, incluso durante meses.
Cómo se diagnostica la mononucleosis.
El diagnóstico suele basarse en la historia clínica y en la exploración. Junto con los síntomas que hemos descrito será frecuente que aparezcan los ganglios y las amígdalas inflamados, así como el hígado y el bazo también aumentados de tamaño. La duración prolongada en el tiempo de los síntomas suele ser un dato que orienta mucho hacia el diagnóstico.
No suelen ser necesarias otras pruebas de laboratorio, salvo en pacientes que muestren un proceso atípico de la enfermedad. En estos casos podemos observar en sangre algunos parámetros que nos podrán confirmar el diagnóstico, como pueden ser:
- Pruebas de anticuerpos frente al virus.
- Mayor presencia de glóbulos blancos.
- Glóbulos blancos con formas atípicas.
- Transaminasas (enzimas hepáticas) elevadas.
Complicaciones de la mononucleosis.
Las complicaciones de esta enfermedad no son frecuentes pero, a veces, pueden ser graves:
- Aumento del tamaño del bazo con riesgo de rotura.
- Inflamación aguda del hígado (hepatitis).
- Anemia.
- Trombocitopenia (disminución del número de plaquetas) que puede provocar problemas de coagulación.
- Inflamación del músculo cardíaco.
- Inflamaciones del sistema nervioso como meningitis, encefalitis.
Todas estas complicaciones y los cuadros más severos serán mucho más frecuentes en personas con su sistema inmunológico debilitado.
Prevención y tratamiento convencional de la mononucleosis.
No existe ninguna vacuna para esta enfermedad así que las medidas de higiene, como lavado frecuente de manos y no compartir objetos ni comida durante el tiempo que la persona esté con síntomas, son los cuidados básicos que debemos tomar para prevenir el contagio. En la medida de lo posible es aconsejable mantener estos cuidados a lo largo de las semanas siguientes tras haber superado la enfermedad.
Tampoco hay un tratamiento específico y hay que tener siempre en cuenta que los antibióticos no son útiles en las infecciones víricas.
Descansar, comer ligero e hidratarse bien y tomar algunos medicamentos de uso común para el dolor y el malestar general son las únicas medidas útiles desde el abordaje convencional de esta enfermedad.
La Homeopatía en el tratamiento y prevención de la mononucleosis.
Teniendo en cuenta que, como decíamos, no existe ninguna prevención ni tratamiento específico para esta enfermedad, la Homeopatía se vuelve especialmente importante a la hora de cuidar de estos pacientes.
Sobre la prevención creo que puede resultar interesante revisar este post en el que ya abordábamos este tema con cierta profundidad. Es muy importante destacar como los medicamentos homeopáticos pueden estimular nuestras defensas actuando desde distintos niveles de acción que, por otro lado, pueden combinarse para generar sinergias muy potentes y profundas.
En relación al tratamiento del paciente cuando ya está desarrollando la enfermedad, lo primero que necesitamos es valorar minuciosamente cómo se está manifestando la mononucleosis en cada caso particular. No todos los pacientes necesitarán el mismo tratamiento pues no todos mostrarán los mismos síntomas, ni en cantidad ni en calidad.
Para un médico homeópata el cansancio o la fiebre no significan nada si no vienen acompañados de otros aspectos que los individualicen: el malestar de la fiebre mejora arropado o el paciente prefiere el fresco; está muy congestionado y seco o suda profusamente; tiene sed de grandes cantidades de agua fresca o no reclama beber… Y así con cada síntoma que el paciente muestre.
Teniendo en cuenta la naturaleza de esta enfermedad, tan rica en síntomas y de evolución tan variable, es normal que tengamos diferentes medicamentos a la hora de abordar el tratamiento de cada paciente según su caso en particular.
Así, podemos enumerar los medicamentos homeopáticos que usaremos más frecuentemente en relación con esta versatilidad sintomática que muestra la enfermedad:
- Medicamentos para la fiebre. GELSEMIUM, BELLADONNA, ACONITUM, FERRUM PHOSPHORICUM, APIS MELLIFICA.
- Medicamentos para la garganta y las amígdalas. MERCURIUS SOLUBILIS, PHYTOLACCA, AILANTHUS, BELLADONNA.
- Medicamentos para el cansancio y el estado general. ARSENICUM ALBUM, KALIUM PHOSPHORICUM, CHINA, PSORINUM, PHOSPHORICUM ACIDUM, ARNICA, RHUS TOXICODENDRON.
- Medicamentos para el dolor de cabeza. GELSEMIUM, BELLADONNA, EUPATORIUM.
- Medicamentos para los sarpullidos. APIS MELLIFICA, RHUS TOX, SULFUR, BELLADONNA.
- Medicamentos útiles (complementarios de tratamiento convencional) en las complicaciones. PHOSPHORUS, ARSENICUM ALBUM, LYCOPODIUM, FERRUM METALLICUM, LACHESIS, GELSEMIUM, APIS.
- Medicamentos de convalecencia. KALIUM PHOSPHORICUM, CHINA, ACIDUM PHOSPHORICUM, AVENA SATIVA.
Elegiremos, entre estos y otros medicamentos homeopáticos, los más adecuados en cada persona para cubrir su caso particular atendiendo a la fase de la enfermedad en la que se encuentre y a los síntomas que esté manifestando.
Quiero acabar este post con una frase de Nicole Williams sobre un beso, un beso que me evoca a la Homeopatía.
Me habría gustado poder guardar ese beso en una botella y tomarlo en pequeñas dosis cada hora o cada día (Nicole Williams)
Me entendéis, ¿verdad? Felices besos para todos.
#HomeopatíaSuma
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Me gustaría una entrada sobre los problemas que causa la reactivación del virus del Epstein Barr y cómo tratarlos con homeopatia. Llevo años con este problema
Montse, oido cocina. Veremos qué se puede hacer.
Te mando un saludo y muchas gracias por tu sugerencia.
Como siempre, Guillermo, un post genial, de una gran ayuda y orientación. Enhorabuena, una vez más, por ser como eres, por escribir y regalar conocimientos y humanidad en el mismo pack. Es un lujo leer este blogg y aprender en cada lectura tanto bueno de la mano de nuestra mater et magistra común: la medicina que integra siempre de la mano holística de la homeopatía.
Muchas gracias y un abrazo grande, grande, a sorbitos homeopáticos, cómo no, maestro!
Otro gran abrazo para ti Sol.
Hola Guillermo. Llevo un tiempo leyendo vuestros artículos y a tí personalmente te sigo a través de tus intervenciones en radio popular. Mi preocupación actual e imagino que la de otros muchos es respecto a la vacunación (inyección génica experimental) en el caso de que fuese obligatoria. Digo ésto porque hoy mismo ya se ha realizado una proposición de ley encaminada al parlamento vasco como preámbulo del tema. Personalmente conozco la homeopatía y en las vacunas ordinarias hay 2 grandes policrestos como SILICEA y THUYA que sirven para antidotar los efectos adversos de las m ismas, pero con éste engrendo que podemos pensar? Que tenéis en mente los profesionales? Habéis investigado y/o experimentado al respecto? Gracias y espero tu respuesta.
Hola Pablo.
Yo personalmente estoy usando ambos medicamentos con experiencias muy satisfactorias. iremos viendo según pase el tiempo.
Te mando un saludo y muchas gracias por tu interés y tu confianza.