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Patologías
Por el Dr. Guillermo Basauri
La incontinencia urinaria durante la noche o enuresis nocturna afecta a muchos niños en edad escolar e incluso en la adolescencia. En este post vamos a entender qué es la enuresis y cómo la Homeopatía puede ayudar a estos niños.
Es relativamente frecuente que niños que ya controlan su orina por la noche puedan tener algunos “escapes” ocasionales. Se estima que un 20% de los niños pueden tener algún problema de enuresis a los 5 años. A los 7 años esta frecuencia baja a la mitad y tan solo entre un 1-3% de los adolescentes tendrán dificultades en controlar su orina durante las noches. La enuresis nocturna es 2-3 veces más frecuente entre los varones que entre las niñas.
¿Qué es la enuresis nocturna? ¿Cuándo podemos considerar que el niño sufre de enuresis?
Se considera enuresis o incontinencia nocturna cuando el niño se orina de forma involuntaria durante la noche a una edad en la que se espera que esto esté ya controlado y no ocurra.
A los 5 años la mayoría de los niños ya dominan sus deseos de orinar durante el día y la noche. No hay una edad concreta para desarrollar el control completo sobre la vejiga y, de hecho, hasta los 7 años algunos niños van a tener cierta dificultad aún en mantenerse secos todas las noches. Después de los 7 años un pequeño número de niños aún mojará la cama y este sí puede ser el momento de consultarlo con el médico.
En la inmensa mayoría de las ocasiones no supone ni se relaciona con ningún problema de salud importante pero siempre habrá que intentar ayudar a estos niños a conseguir alcanzar el control de su orina lo antes posible por los evidentes y lógicos conflictos que esta situación suele suponer para ellos.
Así que podríamos decir que convendría consultar al médico cuando:
- El niño no controle su orina después de los 7 años.
- El niño comience a orinarse durante la noche al menos 6 meses después de que ya hubiera conseguido controlarlo.
- La enuresis se asocia a dolor al orinar, color u olor anormal de la orina, sed inusual, estreñimiento o ronquidos.
Tipos de enuresis nocturnas.
Al margen de las posibles causas, de las hablaremos seguidamente, podemos diferenciar dos tipos de enuresis:
- Enuresis primaria: cuando el niño nunca ha llegado a tener el control sobre la orina por las noches.
- Enuresis secundaria: cuando el niño ha llegado a controlar la orina por la noche durante al menos 6 meses pero que a partir de un momento comienza a orinarse de nuevo.
Desde el punto de vista homeopático esta diferencia es muy importante porque comprender qué ha podido ocurrir para que el niño, que ya controlaba sus micciones, vuelva a orinarse puede ser la clave para encontrar el medicamento homeopático que pueda ayudarle a conseguir de nuevo normalizar sus noches.
Causas de la enuresis.
En los bebés y en los niños pequeños lo normal es que la vejiga libere la orina siempre que esté llena. Con el tiempo las conexiones nerviosas entre el cerebro y la vejiga van madurando hasta que el niño llega ya a ser capaz de controlar sus micciones a voluntad. Primero lo hará durante el día y un tiempo más tarde será capaz de controlar su orina también por la noche.
Si bien no sabemos del todo cuál es la causa de la incontinencia urinaria, pensamos que en la mayoría de los casos tiene que ver con la falta de maduración a alguno de estos niveles:
- Una vejiga pequeña. La vejiga puede aún no estar suficientemente desarrollada como para contener toda la orina que se acumula durante la noche.
- Incapacidad de sentir que la vejiga está llena. Esto también puede tener que ver con una falta de maduración de los nervios encargados de llevar esta información al cerebro. En ambos casos, el niño comenzará a controlar en cuanto el proceso de maduración llegue a término.
- Insuficiencia hormonal. Al igual que en las situaciones anteriores, es tan solo un problema de falta de madurez del sistema. Algunos niños no producen la suficiente hormona antidiurética por la noche que es la encargada de disminuir la producción de orina durante este periodo.
Otras situaciones podrían estar detrás de la pérdida de orina nocturna. Algunas de ellas necesitarán tratamiento médico por lo que, en estos casos, siempre habrá que hacer las pruebas necesarias al menor indicio de sospecha.
Así, entre las circunstancias que también podrían relacionarse con la enuresis tenemos:
- Infecciones de orina. La pérdida de orina por la noche se suele acompañar de otros síntomas como dolor al orinar, olor y color anormal de la orina, ganas frecuentes e, incluso, pérdidas de orina durante el día.
- Apneas del sueño. Los ronquidos, respirar por la boca, falta de energía y sueño durante el día o la propia enuresis suelen ser los signos que acompañan a esta dolencia. La causa más frecuente de estas interrupciones de la respiración durante el sueño suele ser unas amígdalas y adenoides demasiado grandes.
- Diabetes. Es una de las causas a tener en cuenta en las enuresis secundarias. El niño además suele tener mucha sed, orina también mucho durante el día y puede estar cansado y perder peso a pesar de comer bien.
- Estreñimiento de larga duración. Se piensa que un intestino lleno, que no se vacíe adecuadamente nunca, puede presionar permanentemente a la vejiga y hacer que el niño pierda su control durante la noche.
- Problemas en las vías urinarias o enfermedades neurológicas. Ambas son situaciones absolutamente excepcionales pero que habrá que valorar siempre que haya alguna sospecha.
- Antecedentes familiares. Se estima que, si uno de los padres se orinaba en la cama después de los 5 años, hay un 40% de probabilidades de que sus hijos tengan el mismo problema. Si eran ambos, la probabilidad asciende al 70%.
- Estrés. Cualquier situación estresante capaz de crear ansiedad en el niño, como comenzar al cole, cambiar de casa, la separación de los padres, la llegada de un hermano a la familia o la pérdida de un ser querido, puede ser la causa de un episodio de enuresis secundaria.
- Sueño muy profundo. Un patrón de sueño muy profundo o los malos hábitos de sueño pueden también justificar algunos de estos casos de pérdida de orina por la noche, especialmente en los niños más mayores.
- Medicamentos. Si el niño está tomando algún medicamento habrá que valorarlo también como posible causa.
¿Cómo controlar la enuresis? ¿Qué podemos hacer para ayudar a estos niños?
Sobra decir que lo primero siempre será descartar que exista alguna causa médica objetiva que justifique la incontinencia. En ese caso, habrá que poner en marcha los tratamientos que están más indicados.
Cuando lo que ocurre es, sencillamente, un retraso en los procesos madurativos es vital la manera en la que los adultos nos relacionemos con el niño en el contexto de su problema. No todos los niños van a vivir esta circunstancia de la misma manera y esto en Homeopatía lo entendemos muy bien y lo valoramos en cada caso, pero es natural que en la mayoría de ellos la enuresis tenga un impacto emocional importante.
Vergüenza, culpa, ansiedad, baja autoestima, problemas de relación con sus compañeros, problemas en el rendimiento escolar, son algunas de las consecuencias más frecuentes y lógicas en estos casos. Pero también es natural entender que no todos los niños tienen la misma estructura de carácter, a no todos los niños les va a afectar de la misma manera, ni todos ellos van a necesitar el mismo tipo ni grado de atención.
Lo más importante es tener presente que la falta de control de la orina NUNCA es culpa del niño. Es algo que no puede controlar, por lo que castigarle o presionarle es algo que, además de no funcionar, es profundamente injusto y solo contribuirá a hacer más penoso este tránsito para el niño.
Algunos consejos prácticos para ir ayudando a estos niños a superar esta fase podrían ser:
- Limitar el consumo de líquidos por la tarde-noche. Es decir, estimular a que el niño beba más durante el día, antes de las últimas horas. Pero si hace calor, el niño hace ejercicio o, por la causa que sea, tiene sed durante el periodo final del día, el niño debe beber lo que necesite.
- Evitar la bebida con cafeína. La cafeína puede estimular la vejiga.
- Estimularle a que use con frecuencia el baño durante el día. Cada 3 horas, más o menos, podemos preguntar al niño si tiene ganas de orinar y animarle a que vaya al baño.
- Estimularle a que antes de costarse vaya un par de veces al baño a orinar. Una vez antes de comenzar con las rutinas de acostarse y otra justo antes de hacerlo.
- Despertar al niño durante la noche para llevarle a orinar. Este es un consejo un poco más delicado. Puede ser útil en algunos niños cuando sabemos con cierta precisión sobre qué hora se suelen orinar. Nunca hacerlo más de una vez durante la noche para no alterar sus patrones de sueño.
La Homeopatía en el tratamiento de la enuresis nocturna.
Los tratamientos convencionales se centran en las alarmas de humedad, pequeños dispositivos a batería que se conectan a una compresa colocada en el pijama o en la ropa de cama de tu hijo y que suenan cuando la compresa se moja, y algunos fármacos para retrasar la producción de orina por la noche o para disminuir las contracciones de la vejiga.
Todos estos medicamentos tienen potenciales efectos secundarios. Además, no curan y casi siempre la enuresis regresa en cuanto se dejan de tomar.
Ningún tratamiento garantiza la resolución de todos los casos, pero contar con los medicamentos homeopáticos a la hora de ayudar a estos niños sin duda nos aporta una opción de tratamiento segura y que actuará a diferentes niveles según las necesidades de cada niño.
Los distintos niveles de acción de los medicamentos homeopáticos.
Siempre me gusta hablar de los diferentes niveles de acción de la Homeopatía porque me parece uno de los valores más genuinos y destacables de esta terapéutica médica.
Así, algunos medicamentos a base de plantas como el EQUISETUM o el PLANTAGO los utilizamos clásicamente por su acción directa sobre las pérdidas de orina nocturnas. Este es un nivel de acción general que puede convenir a cualquier niño y reforzar el tratamiento homeopático más individualizado a nivel del terreno particular de cada niño y de las causas emocionales que puedan estar detrás de la enuresis.
Un nivel de acción más profundo y regulador es el que comentaba ahora mismo y que tiene que ver con el terreno de cada niño, es decir, con sus características físicas y emocionales. Este es un nivel especialmente importante en situaciones, como en la enuresis, en las que sabemos que la inmadurez del sistema es la causa más importante del problema. Aquí, los medicamentos homeopáticos, indicados de una manera precisa e individualizada según la naturaleza de cada niño, ayudarán a madurar y a acelerar el proceso de control de la orina.
El médico debe tener un profundo conocimiento de los diferentes medicamentos homeopáticos para saber cuál o cuáles pudrían convenir a cada niño. En mi experiencia, algunos de los más usados podrían ser SILICEA, NATRUM MURIATICUM, NATRUM PHOSPHORICUM, SEPIA, CAUSTICUM, LYCOPODIUM, CALCAREA CARBONICA, CALCAREA PHOSPHORICA, SULFUR o PULSATILLA.
Son solo algunos ejemplos teniendo en cuenta que lo realmente importante a la hora de buscar el medicamento homeopático adecuado a cada caso es hacer un estudio médico profundo de cada niño, contemplando tanto los aspectos biológicos como los comportamentales y emocionales. Sin olvidar, por supuesto, todo lo que tiene que ver con su entorno familiar, escolar y social.
El otro nivel en el que la Homeopatía puede actuar tiene un gran valor en muchos de estos niños y tiene que ver con el aspecto de la causalidad. Es muy frecuente ver como muchas enuresis secundarias aparecen después de episodios perturbadores, de una u otra manera, en la vida de los niños. Como ya comentábamos, cambios de casa y de escuela, el nacimiento de un hermano, la pérdida de seres queridos (incluidas las mascotas), sustos y experiencias traumáticas, pueden ser situaciones que hagan regresar al niño a estados de inmadurez que ya estaban superados.
Así, algunos ejemplos de medicamentos que podemos usar en determinadas situaciones emocionales podrían ser; IGNATIA, NATRUM MURIATICUM, PHOSPHORICUM ACIDUM en situación de pérdida de seres queridos; PULSATILLA, LACHESIS, LYCOPODIUM, HYOSCIAMUS cuando los celos sean el detonante de la regresión; ACONITUM, ARNICA, CAUSTICUM, OPIUM ante sustos y experiencias traumáticas; ARGENTUM NITRICUM, GELSEMIUM, LYOPODIUM cuando el niño se orine las noches antes de situaciones que le provoquen miedo de anticipación.
Y todo esto, aplicado a un caso real.
Mikel es un chico de 12 años que llegó a la consulta con sus padres para ver que podíamos hacer para intentar resolver el cuadro de enuresis primaria que sufría. Llevaba ya un año consultando también con un psicólogo y varios meses tomando desmopresina 120mg al día. Había mejorado, pero aún se seguía orinando entre 2 y 4 veces a la semana y todos querían ya poder resolver el asunto y tener una vida más normalizada.
Mikel es un chico grande (mide 166cm y pesa 59 kg) y sano. Solo se queja algunas veces de dolor de cabeza si juega mucho con el ordenador y en ocasiones ha sufrido de dolores de crecimiento, siempre peor por las noches. Tiene piel atópica que ya apenas le molesta, es más bien caluroso y tiene muy buen apetito.
Tiene mucho carácter y es muy protestón. Le encanta estar con sus amigos, pero es bastante tímido al principio, con las relaciones nuevas. Es muy responsable con sus obligaciones y bastante reservado, le cuesta hablar de sus cosas. Me cuenta que de pequeño le daba mucho miedo la oscuridad.
Con toda esta información y algo más que no traslado aquí por no alargar en exceso el relato, comenzamos con un tratamiento a base de Equisetum y Plantago, digamos, como medicamentos sintomáticos que fuimos complementando en distintos momentos con Natrum muriaticum, Natrum phosphoricum y Calcárea phosphorica. En los tres meses siguientes dejó de mojar la cama.
Este es un caso que evolucionó muy bien y rápido. En mi experiencia, no siempre es así. Hay ocasiones en las que las cosas son más complejas, puede haber situaciones emocionales implicadas difíciles de manejar o a veces, simplemente, cuesta más encontrar los medicamentos indicados para el caso. Pero lo cierto es que la Homeopatía es una opción de tratamiento real para muchos de estos chicos que pueden llegar a beneficiarse del uso de medicamentos seguros y, como digo, eficaces en muchos de los casos.
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