Reflexiones sobre el papel de la Homeopatía en el cuidado de las personas mayores.

En estas últimas décadas estamos viendo como la vida está cambiando como, probablemente, no podríamos habernos imaginado la mayoría de nosotros. Y estos cambios, si cabe, están siendo aún más desconcertantes en estos últimos años.

Como siempre ocurre, y esto la Homeopatía lo entiende muy bien, no todas las circunstancias impactan y afectan de la misma manera en todas las personas. Siempre hay individuos o colectivos más sensibles y que van a sufrir las consecuencias de una manera más intensa. Y esto es algo que se cumple en cualquier nivel de la vida.

Según nos vamos haciendo mayores nuestra resistencia física también va mermando. Es ley de vida y poco puede hacerse al respecto. Cuidarnos en todos los aspectos puede evitar la enfermedad, pero no la vejez. Y la vejez, por supuesto, no es una enfermedad, pero trae siempre consigo un deterioro natural que nos hace más vulnerables.

Hoy en día, la vejez podría y debiera ser una edad dorada de la vida en la que disfrutar de las rentas, en el sentido más amplio de la palabra, de una vida de trabajo, esfuerzo y dedicación. Pero lo que vemos es que ese sueño que alguna vez tuvimos de lo que llamábamos “el estado del bienestar” se va desmoronando a marchas forzadas y que, en una sociedad cada vez más envejecida, ya sabemos que eslabón de la cadena está destinado a vivirlo con mayor crudeza; el más débil.

Esta realidad del deterioro social está teniendo una manifestación especialmente significativa en la atención médica que los ciudadanos recibimos de la administración. Las quejas y denuncias, tanto de profesionales de la salud como de usuarios, son cada vez más habituales y reclaman una sanidad más humana, más cercana y dotada de mayores recursos.

Evidentemente, dar la vuelta a esta situación no es algo que la Homeopatía ni los médicos homeópatas vayamos a poder hacer. Pero lo que sí es cierto es que la visión de la salud y de la enfermedad, la visión de la vida, que tiene esta terapéutica médica que ve a la persona como una realidad global, biológica, emocional, mental, social y espiritual, podría inspirar de alguna manera y sensibilizar a toda la sociedad sobre qué dirección tomar si queremos evolucionar hacia un futuro de bienestar para todos.

Estamos profundamente convencidos, desde nuestra experiencia, de que la Homeopatía nos hace mejores médicos y que nos da mayores posibilidades de cuidar de nuestros pacientes. Y no solo porque contemos con medicamentos eficaces y seguros, los más seguros de nuestras farmacias, sino porque la Homeopatía te ayuda a entender la dimensión humana en toda su grandeza.

Uno de los problemas médicos más importantes a los que nos enfrentamos es el aumento sin control del consumo de fármacos que estamos viviendo en las últimas décadas. Analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos son las estrellas de esta escalada en el consumo de fármacos. Se ve que las personas cada vez sufrimos más y que no estamos encontrando otra respuesta a este sufrimiento que no sea la farmacológica.

Es muy interesante leer declaraciones de diferentes profesionales de la salud que denuncian como “[…] la prescripción de fármacos se ha convertido en la válvula de escape del malestar social” y como también “[…] se da un abuso de las dosis y de los tiempos de tratamiento. Uno sabe cuándo empieza, pero no cuándo acaba de tomar un fármaco y algunos, como los ansiolíticos o los opiáceos, por su potencial adictivo, deben estar muy acotados a unas pocas semanas. Todo eso va sumando en el consumo global. Añadimos y añadimos, un especialista y luego otro… y nadie quita ninguno, tenemos que repensarlo”.

En este sentido, sin ir más lejos, los medicamentos homeopáticos y la visión global del ser humano que nos aporta la Homeopatía podrían jugar un papel fundamental en la solución de este grave problema de sobre-medicación que estamos viviendo y que, lógicamente, afecta de una manera especial en las personas mayores por su tendencia a sufrir enfermedades crónicas que requieren medicación de por vida.

Sin más, os dejamos con este pequeño vídeo lleno de experiencias, reflexiones y, sobre todo, lleno de respeto y cariño por nuestros mayores.