Por Dra. Mar Gimena

Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Denunciamos la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamamos políticas en todos los países para su erradicación. Los y las homeópatas nos sumamos a la reivindicación de este día.

Como médica homeópata y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria intento acompañar y entender. Según la RAE, entender es tener amplio conocimiento y experiencia en una materia determinada. Para entender la magnitud del fenómeno de la violencia contra las mujeres es imprescindible conocer algunos datos.

Las violencias que se ejercen contra las mujeres han provocado este año en nuestro territorio setenta muertes, según datos de feminicidio.net^[1]. Desde 2010, 1.246 mujeres han sido asesinadas por hombres en España.

Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer^[2]2019, donde se entrevista a una muestra representativa de casi diez mil mujeres, una de cada dos refiere haber sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser mujer. En este estudio se miden, por primera vez en España, el acoso sexual y el acoso reiterado (stalking) y se pregunta por la discapacidad producida por la violencia, los ingresos hospitalarios y otras consecuencias físicas y psicológicas de la misma. La violencia que han padecido las mujeres a lo largo de su vida por parte de parejas, ex-parejas u otras personas con las que no se ha mantenido relación de pareja es de tipo físico en el 21,5% de los casos y sexual en el 13,7 %. Cuando se pregunta por la violencia sufrida por las mujeres a lo largo de su vida, ejercida por las parejas o ex-parejas, los datos indican que es del 14,2% si se pregunta por violencia física y/o sexual y del 31,9% en el caso de la violencia psicológica.

Las cifras sobre acoso sexual, que siempre tienen mujeres de carne y hueso detrás, también son escalofriantes: la han sufrido el 40,4% de las mujeres a lo largo de toda la vida y el 60,5% entre 16 y 24 años. En cuanto a la violencia sexual fuera de la pareja, el 99,6% de las mujeres que la sufrieron fueron agredidas por un hombre. Los y las niñas, por el hecho de ser testigos de la violencia padecida por sus madres, sufren la violencia. El 89,6 % de  esas niñas y niños presenciaron los episodios de violencia y el 51,7% sufrieron directamente la violencia por parte de sus padres.

Como médica que trabaja en el sistema público de salud y que pertenece al grupo de formadores y formadoras sobre cómo abordar la violencia de género en las consultas de atención primaria, sé que nos queda un largo camino por recorrer como sociedad y como sistema sanitario.

Como sociedad, si queremos dejar de ser una sociedad patriarcal y en la que el uso de la violencia está tan legitimado no podemos detenernos y debemos seguir educando en los valores de igualdad entre niños y niñas, entre mujeres y hombres desde el enfoque feminista. Recordemos que el feminismo es el movimiento social que exige la igualdad de derechos de mujeres y hombres^[3].

Como sistema sanitario no debemos olvidar varios puntos importantes. La herramienta más eficaz para el acompañamiento de las mujeres que sufren violencia es la escucha activa, la escucha libre de prejuicios y entender y respetar en qué lugar del camino de salir de la violencia se encuentra cada mujer. Que todas las instituciones implicadas en el apoyo a estas mujeres respeten este proceso garantizará una mejor seguridad. Cuando, tras un asesinato machista, algún medio publica que la mujer no había interpuesto denuncia se me hace un nudo en el estómago. Pienso que no estamos entendiendo el pánico, provocado por su agresor, que paraliza a muchas mujeres, la desconfianza hacia el sistema judicial, ni el miedo a poner en peligro a sus hijos e hijas. 

La detección precoz en las consultas de Atención Primaria ayudaría a evitar el gran impacto que genera la violencia en la salud de las mujeres y la de sus hijos e hijas. La aplicación de protocolos en los que todo el sistema sanitario estuviera comprometido y la dotación por parte de las distintas instituciones públicas (comunidades autónomas, Gobierno, etc.) de un presupuesto real y suficiente dibujaría un panorama de futuro muy distinto del que presenciamos ahora. Una sociedad libre de violencias hacia las mujeres y las niñas sería una sociedad en la que la democracia y los derechos humanos se respetarían, una sociedad que crecería desde los presupuestos de la igualdad, el respeto y el amor a todas las personas que la componen.

El trabajo de los hombres es muy importante para que tomen conciencia de la importancia de su lucha para la construcción de esa sociedad más justa. Cada vez hay más grupos de hombres por la igualdad que se están cuestionando sus privilegios y que están transmitiendo a sus hijos e hijas este cambio que se va haciendo en el día a día, al caminar.

En esta web de Homeopatía Suma, no quiero dejar de nombrar el acompañamiento que he podido hacer, con medicamentos homeopáticos, a las mujeres que me lo han pedido y que trataban de calmar los malestares surgidos en el proceso de toma de conciencia de las violencias que sufrían y las decisiones que querían/podrían/barajaban adoptar. Este proceso produce mucha angustia, mucha incertidumbre y remueve también en algunas mujeres acontecimientos traumáticos previos. La homeopatía nos ofrece, desde el seguimiento individualizado, una herramienta terapéutica más, con menos efectos secundarios que otros fármacos y que además podemos usar con mujeres embarazadas.

Otras mujeres homeópatas nos abrieron camino. En el artículo publicado en este blog Hablando de Homeopatía en septiembre de 2021^[4], nuestro compañero Gonzalo Fernández recupera una genealogía de mujeres homeópatas que estuvieron muy implicadas en los movimientos sufragista y abolicionista de la esclavitud: 

“las primeras médicas homeópatas en Estados Unidos se ocuparon de manera integral de la salud de las mujeres y de sus derechos. Integral, pero no exclusivo, porque los niños y las clases más desfavorecidas, siguiendo también la tradición universalista homeopática, fueron también objeto primordial de sus acciones (…)

Apoyaban el movimiento antialcohólico, el derecho al voto de la mujer y la abolición de la esclavitud. Recordemos que el mismo Dr. Constantin Hering, pionero y “padre” de la homeopatía americana, ya admitía a estudiantes médicos que eran rechazados en otros lugares por razón de su raza, siendo, además, un activo abolicionista. El primer Homeopatic Medical College americano surgió de una de estas sociedades. Casi todas estas médicas graduadas homeópatas influyeron decisivamente en sus comunidades promoviendo el movimiento de liberación de la mujer y fundando escuelas médicas para mujeres. En hospitales y clínicas crearon servicios para el bienestar de la mujer y elevaron los estándares de la educación médica. Podríamos concluir, entonces, que jugaron un papel clave en el empoderamiento de la mujer, no solo en USA sino en otros países como Canadá o Brasil y, en definitiva, en todo el mundo.”

Estas mujeres homeópatas, silenciadas por la historia, también la del propio mundo homeopático, trabajaron con un enfoque integral en salud, desde el punto de vista feminista, para acompañar los procesos de salud y enfermedad de las mujeres a las que atendían. Mujeres que sufrirían, como las de ahora, el gran impacto en salud producido por la violencia que se ejercería sobre ellas.

Algunas de nosotras, mujeres médicas homeópatas, seguimos esa estela de lucha y reivindicación integradas en la Red de Mujeres Sanitarias, la Red CAPS ^[5].

Sumamos nuestras voces al clamor de este día diciendo:

         ¡¡Ni una menos!!

          #HARTAS de las violencias machistas contra las mujeres

         Vivas nos queremos

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1- https://feminicidio.net/listado-de-feminicidios-y-otros-asesinatos-de-mujeres-cometidos-por-hombres-en-espana-en-2021

2- Violencia de género en Cifras

3- https://dle.rae.es/feminismo?m=form[

4- http://www.homeopatiasuma.com/hablando-de-homeopatia/13-medicas-clave-en-la-defensa-de-los-derechos/

5- https://www.caps.cat/redcaps.html

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