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Nos encontramos en un momento del año en el que el buen estado de nuestras defensas va a jugar un papel especialmente importante en nuestra salud. En otoño llegan los cambios bruscos de temperatura, empiezan a descender los termómetros, llueve con frecuencia y se reducen las horas de sol. Tener nuestro sistema inmunológico a punto será nuestro escudo natural frente a enfermedades propias del otoño y del invierno que le seguirá, y para ello la homeopatía puede ser nuestra gran aliada para reforzar las defensas en otoño.
Algo que resulta especialmente interesante de la homeopatía a la hora de estimular nuestras defensas frente a los procesos infecciosos invernales son los diferentes niveles de acción en los que los medicamentos homeopáticos pueden actuar.
Medicamentos homeopáticos para mejorar la sensibilidad frente a condiciones meteorológicas adversas
Así, tendremos medicamentos homeopáticos indicados para mejorar la sensibilidad de muchas personas a las condiciones meteorológicas adversas. Por ejemplo, contamos con medicamentos como DULCAMARA y NATRUM SULFURICUM para mejorar las defensas de los pacientes muy sensibles a la humedad, SILICEA y TUBERCULINUM para los muy frioleros o NUX VOMICA y KALIUM CARBONICUM para los que se acatarran con la más mínima corriente de aire.
Medicamentos homeopáticos para estimular las defensas frente a los resfriados y procesos gripales
En homeopatía también contamos con medicamentos homeopáticos capaces de estimular las defensas frente a los resfriados y a los procesos gripales y catarrales propios de estas fechas de una manera general, actuando en cualquier perfil de paciente ya sean bebés, niños pequeños, ancianos, mujeres embarazadas o personas con múltiples dolencias y polimedicadas. Hablamos de medicamentos homeopáticos como ANNAS BARBARIE, THYMULINE, INFLUENZINUM o ECHINACEA, por citar algunos.
Medicamentos homeopáticos preventivos
También merecen especial mención los medicamentos homeopáticos que, en palabras del doctor Guillermo Basauri, podemos llamar medicamentos “centinela”. Este nivel de acción consistiría en usar los medicamentos homeopáticos que usaríamos para tratar al paciente enfermo pero esta vez de manera preventiva. “Si un niño siempre hace amigdalitis con unas manifestaciones clínicas que sabemos que responden a un medicamento homeopático como, por ejemplo, MERCURIUS SOLUBILIS, podremos usar el MERCURIUS como medicamento centinela”, cita como ejemplo.
Medicamentos homeopáticos para situaciones concretas
Y por último tendríamos el nivel de acción más profundo utilizando los medicamentos homeopáticos relacionados con el terreno particular de cada paciente, al que se llega conociendo la globalidad de la persona; sus problemas de salud pasados y actuales, su carácter y comportamiento, su constitución física y su realidad vital.
En cualquier caso, debemos recordar de nuevo que los medicamentos homeopáticos se pueden utilizar en bebés, niños, embarazadas, personas mayores y pacientes polimedicados gracias a su alto perfil de seguridad y a sus escasos o nulos efectos secundarios, teniendo además en cuenta que algunos de estos colectivos de pacientes serán especialmente vulnerables a los procesos víricos relacionados con las estaciones frías del año.
Este mismo alto perfil de seguridad hace también que podamos combinar los medicamentos homeopáticos con otros medicamentos o terapéuticas siempre que lo consideremos necesario.
Y además de reforzar nuestras defensas con homeopatía, no debemos olvidar la gran importancia que tiene para conservar un sistema inmunológico fuerte el mantener una adecuada alimentación, así como cuidar de nuestro equilibrio emocional y de nuestros hábitos de ejercicio y descanso. Este otoño-invierno, ¡cuídate! #HomeopatíaSuma
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