sindrome piernas inquietas homeopatía

Zincum metallicum para el síndrome de las piernas inquietas.

El síndrome de las piernas inquietas, también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno en el que la persona siente la imperiosa necesidad de mover las piernas para aliviar una sensación incómoda que siente en ellas. Así, es muy frecuente que las personas que sufren esta dolencia te digan en la consulta que sienten “nervios en las piernas”.

En este post vamos a conocer qué es este síndrome, sus síntomas y causas y cómo la Homeopatía puede ayudar a estas personas. En este sentido, nos centraremos en Zincum metallicum, en mi experiencia, el medicamento principal en esta indicación, aunque no el único.

¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?

Aunque pueda parecer un trastorno moderno ya en 1672 el doctor inglés Thomas Willis hablaba de sus síntomas, pero no fue hasta 1945 que el neurólogo sueco Karl Ekbom la presentó con su denominación más conocida; el síndrome de las piernas inquietas.

Tardó tiempo en aceptarse como una enfermedad en sí misma, pero hoy se estima que en España puede haber entre un 5-10% de la población que padezca este trastorno en alguna medida, 

Al ser una enfermedad crónica, que se mantiene por largo tiempo, puede implicar para muchas de las personas que lo sufren una pérdida muy importante en su calidad de vida, tanto a nivel social como laboral. 

Esta dolencia puede aparecer a cualquier edad, incluso durante la niñez, pero es más común a medida que avanza la edad. También es más frecuente en las mujeres que en los hombres. 

¿Cuáles son sus síntomas?

Las personas que sufren esta enfermedad sienten la imperiosa necesidad de mover las piernas cuando están en reposo, pues es lo único que les alivia momentáneamente una sensación desagradable que sienten en ellas, que suelen describir como cosquilleos, hormigueos, picores, calambres, nervios, inquietud, etc. Normalmente no suelen describirse como dolor, aunque algunas personas también pueden percibirlo de esa manera.

Esta sensación se siente fundamentalmente en las piernas, aunque hay algunas personas, pocas, que pueden también referirla en brazos, cara e, incluso, en el tronco.

Esta sensación aparece cuando la persona está en reposo durante un rato, por lo que es frecuente que se dé en la cama o cuando la persona permanece sentada en el trabajo, el cine o en un medio de transporte. Con esto, resulta fácil entender lo perturbador que puede ser para la vida cotidiana de las personas que lo sufren.

Los síntomas pueden ser tan intensos que muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas llegan a tener serias dificultades para dormir o permanecer dormidas, incluso hasta el punto de impedirles dormir una siesta. El estado de agotamiento que muchos pacientes acaban arrastrando puede llevarles a profundos estados de depresión.

Siendo una enfermedad crónica, hay personas que la van a sufrir todos los días mientras que otras solo lo manifestarán en algunas ocasiones a lo largo de la semana. También es posible que haya periodos de remisión, más o menos largos, para luego volver a manifestarse. Otra característica que suele cumplirse es que suele ir empeorando con la edad y, en general, se manifiesta con mayor intensidad durante la tarde-noche.

El síndrome de piernas inquietas puede ir asociado a otra situación más común como son las sacudidas periódicas de las piernas durante el sueño. Esas personas que se pasan toda la noche pateando y agitando las piernas. En este caso, el problema suele ser más para el acompañante, si lo hay, que para la propia persona que sacude las piernas.

Causas del síndrome de las piernas inquietas.

Por lo general, esta dolencia es de origen desconocido en la mayoría de las personas que la sufren y no suele estar relacionado con ninguna enfermedad grave subyacente.

La teoría más sostenida actualmente la relaciona con una alteración de la dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que está implicado en el control del movimiento muscular. Aunque, como digo, es tan solo una teoría.

Hay algunas circunstancias que podemos relacionar con este síndrome:

  • Herencia. Parece que puede tener un carácter hereditario, especialmente cuando comienza antes de los 40 años. De hecho, parece que se han llegado a identificar localizaciones en los cromosomas relacionados con los genes para esta enfermedad. Aún, también, solo teorías.
  • Embarazo.  El embarazo y otros periodos de importantes cambios hormonales, como la menopausia, pueden ser el comienzo o empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Algunas mujeres pueden manifestar las piernas inquietas por primera vez durante el embarazo, especialmente durante el último trimestre. Pero, en la mayoría de estos casos, los síntomas suelen desaparecer tras el parto.
  • Neuropatía periférica. Así se denomina al daño que pueden sufrir los nervios de las piernas en el contexto de alguna enfermedad como la diabetes o como consecuencia del consumo excesivo de alcohol.
  • Afecciones de la médula espinal. Incluso se ha relacionado con personas que han recibido anestesia epidural.
  • Deficiencia de hierro. Parece que esta situación pude estar relacionada con el comienzo o empeoramiento de las piernas inquietas.
  • Algunos medicamentos. Por ejemplo, las personas que padecen Parkinson y que toman agonistas dopamínicos parece que pueden tener mayor riesgo de sufrir esta enfermedad.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de las piernas inquietas?

Lo primero es descartar alguna enfermedad de fondo. Como ya comentábamos, lo más frecuente es que no se encuentre ninguna enfermedad que justifique los síntomas.

En este punto, el diagnóstico se basa los criterios establecidos por el Grupo Internacional de Estudio sobre el Síndrome de las Piernas Inquietas: 

  • Fuerte impulso, a menudo irresistible, de mover las piernas acompañado de sensaciones incómodas en las piernas. 
  • Los síntomas aparecen o empeoran en reposo, sentado o acostado. 
  • La actividad, como caminar o estirarse, alivian parcial o temporalmente los síntomas. 
  • Los síntomas empeoran por la noche. 
  • Los síntomas no pueden explicarse únicamente por otra afección médica.  

Tratamiento convencional.

Si existe alguna situación que pueda atenderse (anemia, diabetes…), su tratamiento suele conllevar la mejoría o desaparición del cuadro.

En caso de que no se encuentre ninguna situación médica que lo justifique hay varios medicamentos que se usan para reducir la inquietud de las piernas. Muchos de ellos se crearon para tratar otras enfermedades, pero parece que, en algunos casos, pueden ayudar a estos pacientes. Entre ellos se encuentran medicamentos que aumentan el nivel de dopamina en el cerebro, medicamentos que afectan los canales de calcio, relajantes musculares, psicofármacos para dormir e incluso, en los casos más graves, opioides.

El problema de estos fármacos es que, además de tener una escasa eficacia en muchos pacientes, pueden producir serios efectos secundarios y, algunos de ellos, pueden llegar a crear una gran dependencia y adicción.

Zincum metallicum: Sus usos en Homeopatía.

Origen y descripción de la cepa.

En homeopatía denominamos cepa a la sustancia base a partir de la cual se elabora cada medicamento homeopático.

En el caso del Zincum metallicum se utiliza el zinc, un metal sólido de color blanco metalizado, prácticamente insoluble en agua y alcohol. Este metal está presente en la naturaleza de forma abundante combinado con el azufre en la blenda y con el sílice en la calamina, que son sus minerales principales.

Decir que en la medicina convencional se utiliza fundamentalmente en preparados tópicos en dermatología.

El zinc en nuestro organismo.

Nuestro cuerpo contiene entre 1 y 2,5g de zinc localizados preferentemente en huesos, dientes, cabello, piel, hígado, músculos y testículos. El 98% del zinc se encuentra dentro de las células y el resto se reparte entre el plasma y los propios hematíes, los glóbulos rojos de la sangre.

El zinc interviene como ayudante de numerosos enzimas implicados en diferentes reacciones bioquímicas, como por ejemplo en relación con la síntesis de ADN y ARN, así como en otros muchos mecanismos biológicos relacionados con nuestro equilibrio hormonal e inmunológico.

El déficit de zinc en el organismo puede ocasionar alteraciones como el retraso del crecimiento en los niños, anemia, trastornos de la inmunidad, dificultad en la cicatrización, alteraciones hormonales como el hipogonadismo, dermatitis psoriasiforme, alopecia, trastornos en la uñas, diarreas y neuropatías ópticas, entre otras.

Así, tanto en los cuadros de carencia como en los de intoxicación por zinc, se observa una sintomatología centrada fundamentalmente en el sistema nervioso central y periférico, el el sistema circulatorio y la sangre, en el sistema inmunológico y en la piel.

Entre los síntomas más frecuentes destacaríamos:

  • Debilitamiento de las funciones intelectuales con lentitud de comprensión y de ideación y disminución de la memoria.
  • Sensación de cansancio general y debilidad.
  • Síndromes vertiginosos y cefaleas.
  • Parestesias (ardores, hormigueos, picores) en diversas localizaciones del cuerpo.
  • Dolor y rigidez en la espalda. Lumbociática.
  • Inquietud en las piernas que conlleva un impulso irresistible a moverlas.
  • Temblores.
  • Astenia.
  • Hipersensibilidad al ruido.
  • Calambres. Sacudidas durante el sueño.
  • Disminución de la agudeza visual.
  • Fotofobia.
  • Disminución del gusto y del olfato (anosmia, hipogeusia).
  • Varices en las piernas con edema.
  • Dermatosis secas, fisuradas.
  • Alteraciones de faneras (pelo y uñas).
  • Síndrome doloroso premenstrual que mejora con la aparición de la regla.
  • Tendencia al estreñimiento con heces pequeñas y duras, expulsadas con mucho esfuerzo.

Algunas características de las personas sensibles a Zincum metallicum.

Cuando decimos en Homeopatía que una persona es sensible a un medicamento homeopático queremos decir que esa persona puede beneficiarse de su uso para tratar algún problema de salud que le esté afectando.

El Dr. Leon Vannier define muy gráficamente el contexto de acción de este medicamento homeopático:

“Agotamiento nervioso después de un surmenage (agotamiento) o de una enfermedad provocando depresión psíquica considerable con hiperexcitabilidad de todo el sistema nervioso periférico , que se traduce por movimientos continuos de las extremidades, espasmos clónicos y temblores”

Así, las personas sensibles a este medicamento suelen ser personas cansadas o con tendencia al cansancio pero que, paradójicamente, mantienen un estado de hiperexcitabilidad nerviosa con una agitación continua de sus miembros inferiores como reacción de descarga. Además, cualquier situación de estrés emocional puede provocar calambres, vértigos, cefaleas y dolores neurálgicos. Toleran también muy mal la actividad física y mental, que tiende a agravar su cansancio y todos sus síntomas generales.

También suelen tener tendencia a presentar fatiga intelectual con disminución de su capacidad de concentración y comprensión, lentitud mental y disminución de la memoria. 

El ruido, incluso una conversación un poco elevada, puede agravar sus síntomas, muy especialmente sus cefaleas. Es tal su estado de excitación nerviosa que el más pequeño ruido puede hacer que se sobresalten. También son extremadamente sensibles al vino que les provocará fácilmente dolores de cabeza.

Por otra parte, en las mujeres, es muy característico que todos sus síntomas mejoren durante las reglas.

Es frecuente que tengan variaciones del apetito, pudiendo pasar, en casos extremos, de la anorexia a la bulimia.

¿En qué situaciones usaremos Zincum metallicum? Indicaciones clínicas.

El síndrome de las piernas inquietas es una de las indicaciones más frecuentes e importantes de este medicamento homeopático y, es muy frecuente, que este síntoma de inquietud en las piernas con necesidad de moverlas esté también presente en otras situaciones en las que el medicamento también puede ayudar, como por ejemplo:

  • Dificultades escolares.
  • Sobrecarga intelectual.
  • Insomnio.
  • Cefaleas, muy especialmente en las que son producidas o agravadas por el alcohol, especialmente por el vino.
  • Dismenorrea (dolor de la regla) que mejora con la aparición de la menstruación.
  • Eccemas y dermatosis. Problemas de piel.
  • Estreñimiento crónico.
  • Dolores de espalda, especialmente la lumbociática.
  • Espasmos y convulsiones.

Otros medicamentos como KALIUM BROMATUM (en este medicamento es muy característico la necesidad de estar moviendo constantemente sus manos para aliviar su ansiedad), MEDORRHINUM, PHOSPHORUS o LYCOPODIUM pueden presentar entre sus características comportamentales esta tendencia a sentir la necesidad de mover sus piernas para aliviar su ansiedad por lo que, como siempre en Homeopatía, habrá que estudiar en profundidad al paciente con un síndrome de piernas inquietas antes de prescribir Zincum metallicum de forma rutinaria.

Puedes dejar cualquier duda en la sección de comentarios y, si te ha gustado, puedes suscribirte para recibir puntualmente todos nuestros contenidos.

1 Comment

  1. Avatar Juan de Dios el 30 septiembre, 2024 a las 12:20 pm

    Muchas Gracias por la información. El zincum metallicum me suprimió el cólico nefrítico, ya que el dolor me producía el síndrome de piernas inquietas. me quede nuevo y al poco de seguir bebiendo agua expulsé las piedras. Gracias

Deja un comentario





corazon-azul_55

También te puede interesar

77º Congreso Mundial de Homeopatía

mayo 23, 2024

Oportunidad de doctorado con financiación completa en Brasil.

Ha surgido una oportunidad para una beca de doctorado Cotutelle totalmente financiada para explorar el uso de la homeopatía en...

junio 13, 2023

5ª Conferencia HRI: “Investigación de vanguardia en homeopatía” Del 16 al 18 de junio – Londres

Los días 16, 17 y 18 de junio tendrá lugar la 5ª Conferencia Internacional de Investigación del Instituto de Investigación...

junio 12, 2023

Suscríbete a Homeopatía Suma

Recibe en tu email todas las novedades de la web

Al rellenar este formulario, aceptas la política de privacidad de la ANH y nos otorgas tu consentimiento expreso, libre e inequívoco para incorporar tus datos a nuestra base de datos y enviarte noticias, links e imágenes mediante email. En cumplimiento de la ley 34/2002, de 11 de julio de Servicios de Sociedad de la Información y de Correo Electrónico (LSSI), te informamos que tu dirección de correo será incluida en un fichero automatizado, utilizado para el envío de información sobre salud y homeopatía. La ANH garantiza un uso limitado de los datos a los fines descritos, y se compromete a respetar los derechos recogidos en el Reglamento escribiendo un mail a informacion@homeopatiasuma.com.