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Tratar y prevenir los resfriados comunes con Homeopatía

El resfriado común está considerada la enfermedad aguda más frecuente en los países industrializados, llegando a ser la primera causa de absentismo laboral y escolar. En este post vamos a aclarar qué es un resfriado común, sus causas, cuáles son sus principales síntomas y cómo puede ayudarnos la Homeopatía a superarlos de una manera rápida, segura y natural.

¿Qué es un resfriado común?

El resfriado común, también conocido como catarro o constipado, es una infección vírica que afecta al tracto respiratorio superior, la nariz y la garganta, aunque a veces puede acabar comprometiendo también a los senos paranasales y a los oídos.

Por lo general no produce complicaciones y tiende a curarse espontáneamente, aunque, en algunas ocasiones, los síntomas que presenta pueden ser muy intensos.

Un adulto sano es razonable que pueda sufrir de uno a tres resfriados al año y los niños aún más, siendo, como ya decíamos, la principal causa por la que los niños y los adultos se ausentan de la guardería, la escuela o de su trabajo.

Causas del resfriado común

El resfriado común es una enfermedad causada por distintos tipos de virus.  De hecho, hay más de 200 tipos de virus diferentes que pueden provocar un cuadro catarral de este tipo

La familia de virus que con mayor frecuencia producen los resfriados son los rinovirus, con más de 90 serotipos diferentes conocidos, seguidos de los coronavirus (10-15%) y del virus de la gripe que también puede dar cuadros de resfriado común en algunas personas contagiadas (5-10%). Otros virus como adenovirus, echovirus, coxsackievirus o el virus sincitial respiratorio también pueden estar implicados en la producción de estos resfríos, como también se les denomina.

¿Cómo se contagia?

El virus del resfriado entra a través de las células de la superficie de la mucosa de la nariz, la garganta y, en menor medida, de los ojos y una vez allí comienzan a multiplicarse. Como decíamos, los síntomas del resfriado común tardan en aparecer entre 1-3 días desde el contagio y son el resultado de todo el proceso inflamatorio que pone nuestro sistema inmunológico en marcha para combatir al intruso. Los estornudos, la tos y la secreción nasal sirven para expulsar al virus de nuestro organismo, pero en ese intento de librarnos de él también contribuimos a expandirlo.

El virus del resfriado entra en el organismo a través de la nariz, la boca y los ojos y estos virus se propagan a través de las gotitas de saliva que expulsa al toser, estornudar o hablar una persona que esté cursando la enfermedad.

El contagio también es posible a través del contacto mano a mano cuando tocamos a una persona infectada y también cuando compartimos objetos como vasos, cubiertos, toallas, juguetes o teléfonos. Por eso, la medida más eficaz para evitar contagiar y ser contagiado es el lavado habitual de manos y evitar tocarse, en la medida de los posible, la cara. Y no es necesario usar geles antisépticos; agua y jabón es más que suficiente.

Es importante tener en cuenta que el resfriado es más contagioso durante los 3 primeros días de síntomas del paciente.

¿Qué hace que nos contagiemos de un resfriado?

Evidentemente, si no hay contacto con el virus no se puede desarrollar un resfriado. Pero, además, hay que tener en cuenta que no todas las personas que se contagian acaban desarrollando la enfermedad, los síntomas. Si tu sistema inmunológico está en forma es posible que tus defensas acaben con el virus antes de que pueda colonizar tus mucosas y de que se ponga en marcha todo el proceso de la enfermedad. Es muy importante entender que todos los síntomas que sentimos durante un resfriado son la consecuencia de la lucha que se produce entre los gérmenes y nuestro sistema inmunitario.

Si bien es cierto que la época de mayor incidencia de estos resfriados son las estaciones más frías y húmedas del año, otoño e invierno, (fijaos que la propia palabra resfriado ya incluye el término frío) también es verdad que los virus que los causan están presentes durante todo el año por lo que es posible resfriarse en cualquier estación.

Como ya os comentaba en este post, hoy en día hay varios argumentos que explican, con mayor o menor evidencia científica, por qué el frío aumenta tanto las posibilidades de resfriarse que parecen bastante plausibles. Eso sí, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que si no hay contacto con los virus no hay enfermedad. Quiero decir que el frío no enferma, lo que enferman son los virus.

Otros factores de riesgo que tenemos que tener en cuenta son:

  • La edad. Los bebés y los niños pequeños son los que se resfrían con mayor frecuencia, sobre todo si acuden a guarderías y centros escolares desde temprana edad.
  • Tener un sistema inmunitario débil o deficiente por cualquier causa. Enfermedades crónicas, épocas de estrés intenso, algunos medicamentos, la falta de sueño, una mala alimentación o problemas emocionales pueden ser causa de una bajada de nuestras defensas.
  • Fumar. El hábito de fumar o el hecho de estar expuesto al humo del tabaco o al de otro tipo de humos y gases, aumenta el riesgo de contraer resfriados de repetición.

¿Qué diferencia hay entre la gripe y el resfriado?

Ambos procesos, la gripe y los resfriados, están causados por virus respiratorios pero hay que saber que los virus clásicos de los resfriados nunca pueden provocar una gripe pero el virus de la gripe si puede generar en algunos pacientes cuadros que cursen como un resfriado común.

La gripe, en principio, es una infección más grave, con síntomas más intensos que un resfriado común, con una afectación mayor del estado general del paciente y con posibles complicaciones más serias. La gripe puede afectar a sistemas como el digestivo y el musculoesquelético y a órganos como los bronquios y los pulmones, entre otros, cosa que no ocurre con los resfriados comunes salvo en situaciones muy excepcionales.

Signos y síntomas del resfriado común.

Los síntomas suelen aparecer de uno a tres días después de haber sido contagiado y pueden manifestarse de forma muy diferente según las personas, tanto en su combinación como en su intensidad. Comprender esto resulta fundamental a la hora de indicar un tratamiento homeopático pues cada paciente necesitará uno u otro medicamento homeopático según la manera particular en la que estén manifestándose los síntomas de su enfermedad.

Los signos y síntomas más frecuentes suelen ser:

  • Congestión seca con sensación de obstrucción nasal.
  • Moqueo nasal. Al comienzo suele ser un goteo transparente, pero con el paso de los días puede volverse más denso y tomar un tono amarillo-verdoso. Importante: esto no significa que haya sobreinfección bacteriana y que haya que tomar antibióticos.
  • Estornudos.
  • Irritación ocular con picor, escozor y lagrimeo.
  • Dolor de garganta. Ronquera.
  • Tos.
  • Malestar general y cansancio.
  • Dolor corporal.
  • Fiebre baja.
  • Congestión y dolor de cabeza.

Diagnóstico. ¿Cómo saber si es un resfriado?

El resfriado común se diagnostica a través de sus signos y síntomas, sin necesidad de ninguna prueba complementaria.

En general es fácil darse cuenta de que lo que tenemos es un resfriado común y no suele ser necesaria atención médica para confirmar el diagnóstico. Pero no debemos dejar de consultar con nuestro médico si apareciera alguna de estas circunstancias:

  • Síntomas que se agravan y no mejoran con el paso de los días.
  • Fiebre mayor de 38´5ºC durante más de tres días.
  • Fiebre que vuelve tras día sin ella.
  • Problemas para respirar, ruido al respirar.
  • Dolores de oídos, senos nasales o dolores intensos de cabeza.

Y en los niños, consultar al médico siempre que haya fiebre en los menores de tres meses o en cualquier niño pequeño con fiebre de más de dos días de duración. También es necesario consultar si observamos en el niño una somnolencia inusual, una intensa pérdida de apetito o una irritabilidad fuera de lo común.

Tratamiento convencional del resfriado común.

La mayoría de los casos de resfriado común pueden mejorar espontáneamente en el curso de una semana a diez días. Los antibióticos nunca están indicados, salvo que haya alguna complicación y el médico los aconseje, pues los antibióticos no son eficaces frente a las infecciones víricas.

Para aliviar los síntomas se suelen utilizar algunos medicamentos de venta libre pero todos ellos cuentan con potenciales efectos secundarios que habrá que valorar en cada caso. De hecho, se desaconseja siempre su utilización en los niños.

Algunas remedios caseros como las nebulizaciones nasales o las gárgaras con agua salada pueden ayudar a descongestionar y calmar las molestias de garganta y la tos. Pero, sobre todo, descansar, hidratarse adecuadamente, comer muy ligero e intentar mantener una temperatura y humedad adecuadas en el ambiente, son medidas que harán mucho más llevadero este proceso del resfriado.

Posibles complicaciones del resfriado común.

En algunas ocasiones el resfriado puede complicarse con otro tipo de infecciones bacterianas o agravando alguna enfermedad de base que tenga la persona.

Aunque no son habituales, las complicaciones más frecuentes que podemos ver son:

¿Es posible prevenir el resfriado común?

Lo primero que hay que decir es que no existe ninguna vacuna para prevenir el resfriado, ni probablemente llegue a existir dado el gran número de diferentes virus que pueden provocar este cuadro.

Lo que sí que podemos hacer es mantener y potenciar nuestras defensas para que el virus nos encuentre lo más fuertes posible. Y aunque los resfriados los podemos sufrir en cualquier época del año su incidencia es especialmente alta durante las estaciones frías.

En un post titulado ¿Cómo puede la Homeopatía ayudarnos a preparar nuestras defensas este invierno? ya hablaba sobre este particular; por qué el frío favorece los procesos catarrales víricos. La conclusión era que el frío no enferma, lo que enferman son los virus. Eso sí, el frío favorece la acción de estos microorganismos a través de varios mecanismos, unos directos y otros indirectos, como son:

  • Las bajas temperaturas estimulan la formación de una capa lipídica, como una especie de gel, que recubre al virus de manera que lo hace más resistente al medio ambiente. Es como una coraza que se forma con el frío que hace que los virus se puedan transmitir mejor de unas personas a otras cuando la tempera exterior es más baja.
  • El frío hace que parte de la sangre de nuestro organismo se retire de las partes más periféricas como son las manos, los pies, orejas y también la nariz, vía de entrada fundamental de los virus en nuestro cuerpo. Un menor aflujo de sangre a la zona puede hacer menos eficaz la llegada de células de defensa y también el frío disminuye la movilidad de unas estructuras ciliares que tienen las células de la mucosa nasal y que tienen la función de actuar como freno a la entrada de los gérmenes.
  • En invierno tendemos a estar más hacinados en espacios cerrados con mayor proximidad entre las personas y mayor riesgo de contagio. Esto se confirma al observar que en zonas donde siempre hace calor pero que sí que tienen una época seca y otra de lluvias, en esta última, en la que la gente pasa igualmente más tiempo juntas en espacios cerrados, la incidencia de los cuadros catarrales también aumenta.

Aquí algunos consejos básicos para potenciar nuestro sistema inmunológico:

  • Equilibrio entre actividad física y descanso. Cuidar las horas de sueño y descanso y tener una actividad física regular es básico para el mantenimiento de un sistema inmunológico en forma.
  • Cuidar de nuestro mundo interior. El estrés, la ansiedad, el miedo, la tristeza… son estados de ánimo que merman nuestras defensas y que nos hacen más vulnerables a las infecciones. Potenciar nuestro autoconocimiento y cultivar nuestro mundo interior es fundamental para transitar esta vida de la manera más positiva y creativa posible.
  • Los medicamentos homeopáticos. Sobre el papel de la Homeopatía en la prevención de los resfriados hablaremos un poco más adelante.

Y todo esto junto a medidas básicas de higiene (como el lavado frecuente de manos o no compartir objetos con personas resfriadas), evitando además los enfriamientos y los cambios bruscos de temperatura.

Tratamiento convencional del resfriado común.

La mayoría de los casos de resfriado común pueden mejorar espontáneamente en el curso de una semana a diez días. Los antibióticos nunca están indicados, salvo que haya alguna complicación y el médico los aconseje, pues los antibióticos no son eficaces frente a las infecciones víricas.

Para aliviar los síntomas se suelen utilizar algunos medicamentos de venta libre pero todos ellos cuentan con potenciales efectos secundarios que habrá que valorar en cada caso. De hecho, se desaconseja siempre su utilización en los niños.

Algunas remedios caseros como las nebulizaciones nasales o las gárgaras con agua salada pueden ayudar a descongestionar y calmar las molestias de garganta y la tos. Pero, sobre todo, descansar, hidratarse adecuadamente, comer muy ligero e intentar mantener una temperatura y humedad adecuadas en el ambiente, son medidas que harán mucho más llevadero este proceso del resfriado.

La Homeopatía en el tratamiento del resfriado común.

Siempre suele decirse que un resfriado se cura en una semana solo y con tratamiento en siete días. Pues bien, mi experiencia es diferente cuando utilizamos medicamentos homeopáticos pues, además de aliviar los síntomas, siempre teniendo en cuenta cómo se están manifestando en cada persona, al actuar estimulando las defensas del organismo podemos conseguir mejorar la eficacia de nuestras defensas a la hora de combatir al virus.

Pero quizás el aspecto, a mi modo de ver, más relevante del tratamiento homeopático del resfriado son los diferentes niveles de acción en los que el uso de los medicamentos homeopáticos nos permite actuar.

Prevención.

Medicamentos homeopáticos como THYMULINE, ECHINACEA, OSCILLOCOCCINUM o SILICEA, por citar los más usados, pueden ayudar a mejorar la función de nuestro sistema inmunitario de una forma general e inespecífica. Es decir, que podremos usarlos en cualquier persona sea cual sea su edad o condición. La posología (forma de tomar el medicamento) lo indicará el médico experto en Homeopatía según cada caso.

Dentro del aspecto de la prevención es especialmente satisfactorio ver cómo la Homeopatía puede ayudar a todas esas personas, muy frecuentemente bebés y niños, que no hacen más que coger un resfriado tras otro, sobre todo durante los periodos más fríos y húmedos del año, con todo lo que esto conlleva para el propio enfermo y su familia.

El medicamento de terreno de cada paciente, elegido en base a toda su globalidad, actuará modulando esa tendencia a enfermar constantemente.

Tratamiento del cuadro agudo.

A los médicos nos gusta decir que no hay enfermedades sino enfermos. Pero, al final, lo que vemos es que la mayoría de los tratamientos los indicamos en base a protocolos que no son capaces de atender la manera particular en la que cada persona expresa su enfermedad, la naturaleza individual de cada enfermo y de su enfermedad.

Pues bien, la Homeopatía nos permita tratar a cada persona con los medicamentos que mejor se ajustan a los signos y síntomas que cada cual esté manifestando que, como decíamos al comienzo de este post, pueden ser muy variados en su combinación e intensidad.

Y para ilustrar esta dimensión de la Homeopatía y de sus medicamentos quiero señalaros algunos de los medicamentos homeopáticos que con mayor frecuencia podemos llegar a usar para ayudar a transitar estos resfriados:

ACONITUM  y BELLADONNA.

No es frecuente que los resfriados comiencen o cursen con fiebres altas pero, cuando se da el caso, estos son los dos medicamentos homeopáticos que con mayor frecuencia solemos usar.

FERRUM PHOSPHORICUM.

Es un gran medicamento cuando lo que sentimos es que estamos “comenzando a incubar” algo, con sensación de algo de malestar general, molestias en la garganta o en el oído e, incluso, alguna décima de fiebre. La nariz puede estar seca o secretar algo de mucosidad. El moco puede estar manchado con estrías de sangre y esto reforzará la indicación de este medicamento.

STICTA PULMONARIA.

El refriado está comenzando y aún no hay moqueo nasal. La persona siente obstrucción nasal con  dolor en la raíz de la nariz, como si tuviera una pinza oprimiendo la zona. Intenta en vano sonarse para aliviar la sensación paro no consigue eliminar ninguna mucosidad.

NUX VOMICA.

Lo utilizamos cuando los primeros síntomas del resfriado consisten en estornudos en salvas acompañados de la sensación de nariz seca o con muy poca mucosidad y de un enfriamiento general con la sensación de no poder entrar en calor ni abrigándose. Es frecuente que la nariz esté seca durante la noche pero que la secreción de moco líquido y transparente aparezca durante el día.

ALLIUM CEPA.

Este medicamento está indicado cuando la persona presenta ya una mucosidad nasal líquida y clara que irrita los orificios nasales y que puede acompañarse de estornudos y de lagrimeo ocular que, en este caso, no es irritante. Todo mejora con el aire fresco y el frío y empeora en ambientes cálidos y confinados.

ARSENICUM ALBUM.

Aquí la secreción nasal es más escasa que en los pacientes en los que utilizaríamos el Allium cepa pero más ardiente, más irritante. Además es muy característico que, por el contrario, los síntomas mejoran con el calor y el confinamiento. El paciente suele tener un estado general más afectado, con mayor cansancio e, incluso, puede sentirse angustiado por su estado de salud.

KALIUM IODATUM.

Usamos este medicamento homeopático cuando la secreción nasal es acuosa, abundante e irritativa. La nariz está roja e hinchada y los ojos están edematosos y lagrimean. Suelo decir que es la imagen que suelen utilizar en las publicidades y en los anuncios de la TV cuando quieren mostrar la imagen de una persona resfriada. Esta secreción nasal evoluciona hacia una mucosidad más espesa que suele acompañarse de dolor a nivel de los senos frontales.

KALIUM SULFURICUM.

En estos casos la mucosidad es viscosa, abundante y muy poco o nada irritante. El moco es transparente aunque por momentos puede aparecer amarillo o verdoso. La sensación de obstrucción nasal se agrava con el calor y mejora con el fresco. Suele acompañarse de pérdida del gusto y del olfato.

KALIUM MURIATICUM.

Usaremos este medicamento cuando la persona presente una mucosidad viscosa, espesa,poco abundante y poco irritante. Lo más característico es la presencia de moco en la trompa de Eustaquio lo que produce disminución de la audición con una sensación crepitante, como de crujidos, dentro del oído.

KALIUM BICHROMICUM.

El paciente tiene una mucosidad nasal amarilloverdosa, filamentosa, espesa y adherente. El moco se queda pegado a la pared interna de la nariz hasta el punto de producirse pequeñas heridas, que pueden doler, al intentar sacarlo por lo que el moco puede estar manchado de sangre.

HEPAR SULFUR, MERCURIUS SOLUBILIS.

Estos dos medicamentos homeopáticos serán de gran utilidad cuando tengamos un moco verdoso, francamente purulento.

Convalecencia del refriado con medicamentos homeopáticos.

A veces, el resfriado que tan solo dura unos pocos días acaba dejando unas secuelas en forma de mocos, tos o cansancio que pueden prolongarse por semanas y acabar siendo un motivo de consulta, lo que no llegó a ser el propio resfriado.

CHINA, PHOSPHORICUM ACIDUM o KALIUM PHOSPHORICUM para el cansancio, PULSATILLA o SULFUR IODATUM para la mucosidad residual y DROSERA o BRYONIA para la tos que no nos abandona serán algunos de los medicamentos homeopáticos que con más frecuencia utilicemos para resolver estos cuadros.

Medicamentos homeopáticos para posibles complicaciones de los resfriados.

Si bien ya dijimos que no suelen ser frecuentes ni severas, sí que son posibles y la Homeopatía puede sernos también de gran ayuda en estos casos.

KALIUM BICHROMICUM, SILICEA, HEPAR SULFUR, CINNABARIS o MEZEREUM en las sinusitis.

CAPSICUM, FERRUM PHOSPHORICUM, ARSENICUM ALBUM, AURUM METALLICUM, HEPAR SULFUR o MERCURIUS SOLUBILIS en las otitis.

CARBO VEGETABILIS, ANTIMONIUM TARATRICUM o IPECA en las bronquitis y bronquiolitis.

Todos ellos y otros serán medicamentos homeopáticos a tener en cuenta en el tratamiento de estas posibles complicaciones de los resfriados.

Como vemos, la Homeopatía nos permite tratar los resfriados en cualquier estadio evolutivo en el que se encuentren adaptándonos a la situación particular de cada paciente, además de poder tener una acción preventiva especialmente interesante en pacientes con problemas respiratorios de fondo o en niños que sufren resfriados de repetición.

Y sin olvidar que podremos usarlos en todo tipo de personas incluidas mujeres embarazadas o que estén dando pecho, pacientes polimedicados, bebés y personas con problemas de hígado o riñón.

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