¿La homeopatía es complementaria o alternativa? ¿Individualizada o protocolizada?
Y quien lo pregunta podría ser un enfermo que se acerca a la farmacia a pedir un analgésico para la gripe y le aconsejan: “No te tomes todavía el analgésico, prueba primero con este medicamento homeopático en su lugar”.
Este señor, a quien por otras dolencias veo en mi consulta desde hace un tiempo, me pregunta con toda lógica: “Si es complementaría, ¿por qué me dice que no tome el medicamento convencional? Y si usted siempre se pasa más de media hora preguntando sólo para hacer un ajuste en el tratamiento porque lo diseña “a medida”, ¿cómo es en que la farmacia me ofrecen un medicamento que es el mismo para todos los pacientes?”.
El lenguaje resulta engañoso a veces, y está sujeto a interpretaciones. Le expliqué lo siguiente:
Decimos que una medicina es alternativa para referirnos a que cuenta con conceptos propios sobre el significado y el proceso de la salud y la enfermedad, y el diseño de las soluciones terapéuticas sigue una pauta diferente a la de otras terapias.
Y es complementaria porque un homeópata, como cualquier otro especialista, trata de ofrecer a su paciente todas aquellas recomendaciones (farmacológicas, dietéticas, quirúrgicas, hábitos, ejercicio, otras terapias, etc.) que puedan ayudarle. En realidad, sería más correcto decir que “se complementan” entre ellas.
A tener en cuenta: asegurar que las diversas medidas aconsejadas son factibles y no entran en conflicto entre sí, y priorizar las que ofrezcan un beneficio mayor y más rápido y ante todo con menores riesgos.
Por otro lado, un médico homeópata se ha formado para poder usar los medicamentos homeopáticos de forma individualizada. El abordaje holístico o integral de un paciente requiere de esta individualización, que tiene en cuenta diferentes aspectos como la constitución del paciente y el patrón que siguen los problemas de salud que padece. Es sin duda el que mejor funciona, y resulta imprescindible en los problemas crónicos.
Sin embargo, y afortunadamente, con un menor nivel de preparación y para problemas de salud menos importantes, algunas veces podemos obtener resultados gratificantes con un manejo más “alopático” de la homeopatía: medicamentos que damos de manera sistemática a todos los pacientes que sufran el mismo síntoma o enfermedad, y es lo que este farmacéutico ofrecía –por cierto con buen tino- a mi paciente.
Claro, es importante saber diferenciar en qué casos podemos quedarnos en este nivel y en cuales debemos usar el abordaje holístico e individualizado.
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Hola, Gualberto!
Muy bueno este artículo!
Me ha gustado cómo aclaraste esos cuatro conceptos: “alternativa”, “complementaria”, “protocolizada”, “individualizada”.
Gracias por tu aporte!
Muchos éxitos para el blog!
Un gran abrazo
Me he fijado que muy a menudo las preguntas (en la vida, no solo en homeopatía) se formulan en forma de “¿esto O aquello?”, y muy a menudo la respuesta se encuentra en huir del “O” y describir aspectos diferentes y complementarios de la cuestión a tratar.
Así sucede en “¿medicamentos homeopáticos o convencionales?” ¡¡¡AMBOS FORMAN PARTE DE LA MEDICINA!!!
Un abrazo