Cómo puede ayudarnos la homeopatía en el tratamiento de las lesiones deportivas
Documento de consenso de la Federación Española de Medicina del Deporte sobre el uso de la homeopatía y las terapias biorreguladoras
Yo he hecho deporte toda mi vida y, por supuesto, sigo practicándolo. Procuro hacer de dos a cuatro entrenamientos por semana de potencia-resistencia y, siempre que puedo, voy a la montaña. Tengo la suerte de vivir en una tierra boscosa y montañosa como pocas y a tiro de piedra de Los Pirineos y de Los Picos de Europa, así que acceder a la montaña me resulta muy fácil. Solo necesito que el trabajo y el tiempo, cronológico y atmosférico, lo permitan.
Toda mi vida escolar jugué federado a fútbol y a baloncesto, en algunos momentos incluso a la vez, así que los fines de semana eran de partido sábado por la mañana y partido sábado por la tarde. Y como estaba en el grupo scout de mi pueblo pues casi todos los domingos hacíamos alguna ascensión al monte.
Recuerdo todo esto con mucha felicidad. El deporte era el lugar de encuentro con tus amigos y de divertirte con ellos haciendo algo que adoraba. De todo, recuerdo con especial cariño la montaña. Imaginaos pasar cuatro días de las vacaciones de Navidad durmiendo en una tienda de campaña sobre la nieve. Imaginaos cinco o seis críos poniéndose los crampones en las botas y cogiendo el piolet para hacer una ascensión, llegar de ella y preparar la cena mientras anochecía para meterse después en los sacos sin parar de hablar sobre el día y lo que haríamos al día siguiente. Riendo, jugando a cartas y apostando los macarrones que al día siguiente cocinaríamos, escuchando música en un pequeño radiocasette a pilas, que pesaba, pero se subía. Todo a la luz de un pequeño farolillo dentro de la tienda en medio de la montaña. Para mí era el cielo. Y sigue siéndolo.
La verdad es que, por otra parte, casi todos los juegos de mi infancia estaban relacionados con el deporte y la actividad física. Yo me crié en un pueblo en donde había campas en las que, simplemente, plantabas unas maderas en el suelo, hacías unas porterías y tenías tu campo de fútbol y allí te retabas a un partido con los niños del pueblo de al lado. Todo un acontecimiento.
Poníamos una cuerda entre dos árboles, le colgábamos unas hojas de periódico y ya teníamos Winbledon o nos íbamos a trepar los muros de un antiguo fuerte que aún existe en los acantilados de Getxo. También os digo que para habernos matado. Menos mal que no todo lo contabas en casa.
Y cuando acabó la escuela y comenzó la universidad me dio por comenzar a practicar Judo. Conseguí el cinturón negro y lo practiqué hasta bien entrada la treintena. Fueron unos años maravillosos en los que conocí, por cierto, a dos amigos que hoy son mis hermanos.
Como veis, para mí el deporte y la actividad física siempre han estado muy presentes en mi vida y han resultado ser siempre una fuente de gozo y alegría. Bueno, siempre no porque pasa que haciendo deporte a veces te rompes y eso duele. Y de eso quiero hablaros ahora.
En todos estos años haciendo deporte he tenido muchas lesiones, la mayoría leves, de las que te recuperas con un poco de reposo y algo de terapia manual, pero también recuerdo tres o cuatro escayolas y dos operaciones en el hombro derecho. Y en ninguna de ellas, de estas más graves que os comento, tuve la oportunidad de tomar homeopatía porque aún no la conocía. Pena.
En el año 2013 la Federación Española de Medicina del Deporte publica un documento de consenso sobre la utilización de medicamentos homeopáticos y biorreguladores en el tratamiento de las lesiones deportivas.
Aquí podéis leer el documento en su totalidad. Hace referencia fundamentalmente a su experiencia y defensa del uso de medicamentos homeopáticos biorreguladores por vía parenteral. No obstante,m me gustaría dejaros en este post aunque sea el resumen del artículo que aparece al comienzo del mismo.
Resumen
En la elección del medicamento más adecuado para tratar las lesiones deportivas hay que tener en cuenta el tipo y gravedad de la patología, el grado de incapacidad funcional, la evolución de los síntomas, la vía de administración, los efectos secundarios y las preferencias de los pacientes.
Entre todos los recursos posibles, se encuentra la medicina complementaria y alternativa (homeopatía, fitoterapia, acupuntura, terapias biológicas y biorreguladoras, …). Este documento de consenso sobre la aplicación de terapias inyectables en la Medicina del Deporte se basa en la reunión de expertos celebrada en noviembre de 2011 en Madrid y tiene el objetivo de mejorar la calidad asistencial y ayudar a los profesionales de la Medicina en la toma de decisiones terapéuticas.
La mayoría de los biorreguladores son sustancias compuestas por diferentes elementos a diluciones homeopáticas que ejercen efectos específicos a nivel individual. Entre otras funciones, algunos de sus componentes son capaces de modular la inflamación y los síntomas de las lesiones, tienen acción analgésica, estimulan la cicatrización y pueden tener efectos hemostáticos contribuyendo a eliminar el estasis venoso y el edema. Su objetivo final es restaurar el funcionamiento normal de los mecanismos de regulación.
Una de las vías de administración de las terapias biológicas y biorreguladoras es la parenteral (intradérmica, subcutánea, intraarticular, intramuscular o intravenosa) y diferentes técnicas terapéuticas (bioacupuntura, mesoterapia, …). La elección de la vía inyectable estará en función del tipo de patología, de la gravedad de la lesión, de las condiciones generales del paciente y, también, de la experiencia clínica del médico prescriptor. Estas terapias inyectables se pueden administrar solas, asociadas entre sí o junto a otros medicamentos o técnicas. La vía de administración del inyectable (intradérmica, subcutánea, intraarticular, intramuscular o intravenosa) así como la posología serán elegidas por el médico en función del tipo y gravedad de la patología.
El nivel de evidencia científica que apoya el uso de estos medicamentos se puede considerar aceptable y cada vez existen más publicaciones que apoyan su utilización. Por tanto, las terapias biológicas inyectables son una alternativa más en el tratamiento de las lesiones deportivas y sus efectos se pueden equiparar a los de otros medicamentos y, generalmente, carecen de efectos secundarios
Este documento no pretende ser un tratado sobre homeopatía y deporte, no es su objetivo, pero sí que deja unas cuantas cosas claras, al menos bajo el criterio y la experiencia de la Federación Española de Medicina del Deporte, sobre el lugar que las terapias médicas no convencionales, en particular la homeopatía biorreguladora, puede y debe ocupar en el tratamiento de las lesiones deportivas.
Así:
- Entre todos los recursos posibles con los que contamos para atender las lesiones deportivas se encuentran terapias complementarias como la homeopatía, la acupuntura y la fitoterapia.
- El médico elegirá en base a su conocimiento y experiencia y a las preferencias de los pacientes las técnicas que considere más indicadas para cada tipo de lesión.
- Estas terapéuticas son capaces de modular los procesos de inflamación y dolor estimulando los propios mecanismos de autorregulación del organismo.
- Sus efectos pueden equipararse al de otros medicamentos con dos ventajas claras sobre estos; actuar modulando los propios mecanismos de reparación del organismo y carecer de los efectos no deseados que podemos encontrar en estos otros medicamentos.
- El uso de las distintas opciones de tratamiento con las que contamos los profesionales sanitarios no es excluyente. El profesional elegirá aquellas terapéuticas y medicamentos que considere más adecuadas a cada caso, valorando siempre a cada paciente de forma individualizada.
- Hoy en día el nivel de evidencia científica del que disponemos se puede considerar aceptable y cada vez existen más publicaciones que apoyan su utilización.
En mi experiencia personal, como médico y como deportista, el descubrimiento de la homeopatía supuso un antes y un después en el abordaje de las lesiones de mis pacientes y de las mías propias.
Hace unos años tuve una experiencia brutal que me confirmó las posibilidades de los medicamentos homeopáticos en el tratamiento y evolución de algunas lesiones agudas. Os cuento.
Como ya os comentaba en este post, yo siempre subo en la mochila un pequeño botiquín de urgencias con medicamentos homeopáticos a la montaña y hace ya unos cuantos años bajando del Petrechema, en Los Pirineos, me torcí un tobillo. Quedaba poco más de media hora para llegar al refugio cuando una roca se movió bajo mi pie y oí como crujía la articulación del tobillo. Sabía que me la había hecho buena. No quise ni quitarme la bota, tenía que seguir andando porque como me parase y la articulación se me enfriara ya no me iba a mover salvo en camilla.
La cosa es que, según me levanté del suelo, comencé a chupar gránulos de homeopatía cada 5 – 10 minutos hasta que llegué al refugio. Me quité la bota y, como era de esperar, el tobillo estaba muy hinchado y en poco tiempo ya casi no podía ni apoyar. Seguí toda la tarde tomando homeopatía y, os resumo, a la mañana ya apoyaba con solo algo de dolor y en dos días más caminaba 6 km por un sendero de montaña. No hubo hematoma ni, por supuesto, necesité inmovilización y no tomé ningún otro medicamento.
Ya sé que esto es solo una de mis experiencias personales con la homeopatía y podría admitir su escasa relevancia si no fuera porque es la enésima, porque se suma a todas mis otras experiencias acumuladas en los años de tratar pacientes con lesiones y dolores musculoesqueléticos y porque se suma a la experiencia y el criterio de la Federación Española de Medicina del Deporte.
Una cosa que llama mucho la atención cuando comienzas a conocer y a usar la homeopatía en el tratamiento de las lesiones deportivas es la amplia gama de medicamentos homeopáticos con los que contamos frente a la limitación del abordaje convencional.
Así tenemos medicamentos como ARNICA que indicaremos en el contexto amplio del traumatismo y la sobrecarga. Cuando algo se rompe o se fatiga este medicamento estimulará los mecanismos fisiológicos de reparación y recuperación de los tejidos.
APIS lo usaremos en aquellas situaciones donde el edema y la inflamación sean manifiestos y, junto con BRYONIA, tendrá un papel relevante en todos los derrames articulares.
RUTA y RHUS TOXICODENDRON será los protagonistas cuando el daño se centre en tendones y ligamentos. Como os imaginaréis RUTA fue uno de los medicamentos homeopáticos que no paré de tomar durante mi esguince en el Petrechema. Los otros dos fueron ARNICA y APIS.
En caso de fractura o de traumatismo óseo importante, SYMPHYTUM y CALCÁREA FOSFÓRICA ayudarán de manera muy relevante a consolidar la fractura y ha disminuir la inflamación y el dolor local. El primero de ellos está muy indicado en las periostitis de sobrecarga tan frecuentes en los corredores de largas distancias.
Yo tengo especial cariño a CUPRUM METALLICUM, en mi experiencia, el gran medicamento homeopático de los calambres musculares por sobrecarga. MAGNESIA PHOSPHORICA es otro a tener en cuenta en estos casos.
El rendimiento en una competición no solo depende de la preparación física del deportista. La actitud mental es clave y muchas veces los aspectos emocionales pueden jugar muy malas pasadas al competidor. GELSEMIUM, ACONITUM, ARGENTUM NITRICUM o IGNATIA son, entre otros, algunos medicamentos homeopáticos muy útiles a la hora de modular la ansiedad y el miedo de anticipación que muchos atletas pueden sufrir antes de una competición.
Y otro aspecto muy relevante de los medicamentos homeopáticos en mi práctica cotidiana es la posibilidad de acompañar a las cirugías en esas ocasiones en las que son necesarias con el objetivo de minimizar el riesgo de complicaciones y optimizar la recuperación.
Estos son solo algunos ejemplos de la dimensión y de los recursos terapéuticos que la homeopatía nos aporta en el tratamiento de las lesiones deportivas. Os animo a que, si tenéis más curiosidad, entréis en este vídeo-post realizado por el Dr. Alberto Sacristán, un verdadero experto en medicina del deporte además de un gran deportista, y el Dr. Gualberto Diaz.
Los médicos del deporte lo tienen claro; usar medicamentos como los homeopáticos, seguros, compatibles con otros medicamentos o actos médicos siempre que sea necesario y que actúan estimulando los propios recursos de recuperación del organismo, solo puede traer beneficios para el paciente. De hecho, la homeopatía es una terapéutica muy normalizada entre los deportistas de élite de todo el mundo.
Esta es mi experiencia y la de miles de médicos del deporte con la homeopatía.
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