Homeopatía en el embarazo, el parto y el posparto
En el contexto de la celebración del Día Internacional de la Matrona, que se celebra mañana 5 de mayo, repasamos cómo la homeopatía es una opción segura y eficaz en el tratamiento de dolencias y patologías durante el embarazo así como aquellas asociadas al parto y el posparto.
El embarazo es un momento muy especial en la vida de una mujer. Pero además de muy especial puede ser un momento muy delicado a la hora de tratar determinadas dolencias que pueden acontecerle durante este periodo de su vida. Tener medicamentos seguros durante todo este periodo, como lo son los medicamentos homeopáticos, supone un recurso de valor inestimable en el abordaje de los problemas de salud de la mujer embarazada.
Embarazo y medicamentos
Hay que tener en cuenta que, de la misma manera que llegan al feto el oxígeno y los nutrientes, a través de la placenta pueden pasar también gran cantidad de medicamentos y muchos de ellos pueden tener serias consecuencias en el desarrollo normal del embarazo y en el crecimiento y formación intrauterina del feto.
Aunque el periodo del embarazo más sensible a la toma de fármacos es el primer trimestre, lo más seguro durante todo el embarazo, y así lo recomienda la Organización Mundial de la Salud, es evitar la toma de medicamentos. Pero claro, esto no siempre es posible y es ahí cuando el poder contar con medicamentos compatibles con el embarazo resulta de vital importancia.
Diversos estudios han destacado un elevado consumo de medicamentos durante el embarazo, estimando que 9 de cada 10 mujeres embarazadas consumen algún tipo de fármacos durante este periodo. Una encuesta hecha a casi 15.000 mujeres y patrocinada por la propia Organización Mundial de la Salud, señaló que más del 85% de las embarazadas consumían algún medicamento o algún tipo de suplemento. Y otro dato alarmante en relación con esto es que, en gran medida, este consumo se realizaba sin ninguna supervisión por parte de algún profesional de la salud.
Embarazo y enfermedad
Es obvio que siempre habrá mujeres gestantes, se estima que un 5%, que tendrán que mantener ciertos medicamentos que ya consumían en relación a enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades reumáticas, problemas psiquiátricos o problemas respiratorios, por citar solo algunos ejemplos. En estos casos será muy interesante valorar si algunos de estos medicamentos podrían ser sustituidos por medicamentos homeopáticos que aportasen los mismos beneficios a la paciente sin exponerle a potenciales efectos no deseados durante su embarazo.
Pero además, ocurre que durante el embarazo la mujer puede sufrir dolencias relacionadas con el propio embarazo así como otras enfermedades y situaciones habituales que requieran tratamiento médico farmacológico. En todas estas situaciones, de nuevo los medicamentos homeopáticos, por su perfil de seguridad, pueden ocupar un lugar privilegiado en nuestras opciones de tratamiento.
Embarazo y homeopatía
La homeopatía, en manos de profesionales de la salud cualificados, puede ser un gran aliado tanto en el desarrollo del embarazo como durante el parto y el posparto.
Vamos a ver en algunas de las situaciones más frecuentes en donde los medicamentos homeopáticos resultarán de utilidad por su eficacia y su seguridad.
Embarazo
Una de las primeras cosas que relacionamos con el embarazo son los problemas digestivos, en particular las náuseas y los vómitos. Medicamentos homeopáticos como SEPIA, IPECA, NUX VOMICA o SYMPHORICARPUS, elegidos según las características particulares de la sintomatología de cada mujer, serán de gran ayuda para aliviar estas molestias.
Pero estas no son las únicas molestias digestivas que suelen sufrir la embarazadas. ROBINIA, NUX VOMICA, LYCOPODIUM o IRIS VERSICOLOR son algunos de los medicamentos que podremos usar para aliviar la acidez y el reflujo tan frecuentes también.
El estreñimiento se verá mejorado con medicamentos como NUX VOMICA, ALUMINA, AMONIUM MURIATICUM, PLUMBUM u OPIUM, entre otros, y el exceso de gases que muchas mujeres también padecen podrán aliviarse con medicamentos como CARBO VEGETABILIS, GRAPHITES o LYCOPODIUM.
Las molestas hemorroides y toda la sintomatología asociada a las varices (cansancio, pesadez de piernas, picores…) se beneficiarán de medicamentos como HAMAMELIS, LACHESIS, SEPIA, AESCULUS, FLUORICUM ACIDUM o COLLINSONIA. En el caso de las tromboflebitis a nivel de las varices estarán especialmente indicados medicamentos como LACHESIS y VIPERA REDI.
La mecánica de la embarazada cambia radicalmente según el embarazo avanza y todo su centro de gravedad se desplaza por el crecimiento de su abdomen. Lumbalgias, ciáticas y dolores articulares en general son frecuentes al final del embarazo. ARNICA, COLOCYNTHIS, MAGNESIA PHOSPHORICA, HYPERICUM, KALIUM CARBONICUM, BRYONIA o GNAPHALIUM son algunos de los medicamentos indicados en estas situaciones.
La ansiedad, el miedo y el insomnio pueden estar frecuentemente asociados a este momento tan intenso de la vida de una mujer. Incluso, en el momento del parto, el miedo y la ansiedad pueden ser la causa de que la dilatación del cuello del útero no progrese adecuadamente. Para ayudar en estas circunstancias podremos pensar en medicamentos homeopáticos como GELSEMIUM, IGNATIA, COFFEA, ARGENTUM NITRICUM, MOSCHUS o ACONITUM.
Parto y posparto
ACTEA RACEMOSA y CAULOPHYLLUM son dos medicamentos que clásicamente usamos, ya desde el último trimestre del embarazo, para armonizar las contracciones y preparar el útero para un buen discurrir del parto. La idea es intentar optimizar la dilatación uterina y que el trabajo de parto y las contracciones uterinas sean lo más eficaces y menos dolorosas posible.
ARNICA, PHOSPHORUS y CHINA son tres medicamentos indicados para disminuir los sangrados y evitar las hemorragias. ARNICA, además, es el medicamento homeopático por excelencia para tratar cualquier rotura, desgarro o traumatismo muscular por lo que estará totalmente indicado en la recuperación tras el parto.
Si ha sido necesaria una episiotomía usaremos STAPHYSAGRIA para mejorar la cicatrización.
Insistir en la utilidad de medicamentos como GELSEMIUM, IGNATIA o ACONITUM en relación al miedo y a la ansiedad que muchas mujeres pueden sentir ante la inminencia del parto.
Puerperio
El puerperio es el tiempo que pasa desde el alumbramiento, la expulsión de la placenta, hasta que el aparato genital de la mujer recupera el estado previo al embarazo y viene a durar unas seis u ocho semanas.
La vuelta a la rutina diaria tras el parto lleva consigo importantes cambios personales, familiares, laborales y emocionales. Aunque lo deseable es que estos cambios sean positivos y alegres, en ocasiones, no todo es así de fácil y la tristeza, la ansiedad e incluso la depresión pueden aparecer e instalarse en el ánimo de la madre. En estas situaciones, SEPIA, ACIDUM PHOSPHORICUM o IGNATIA serán algunos de los medicamentos que usaremos con frecuencia.
Durante este periodo los problemas de sueño suelen tener más que ver con las demandas del bebé que con otra cosa. Para los insomnios que se relacionen más con problemas emocionales que de cuidado del bebé podremos pensar en IGNATIA, COFFEA, GELSEMIUM, PHOSPHORUS, SEPIA o NUX VOMICA, por citar solo algunos.
La lactancia, sobre todo en sus primeras fases, también pude ser una circunstancia en la que la homeopatía pueda resultar de inestimable ayuda. Así, medicamentos como BELLADONNA, BELLIS PERENNIS, BRYONIA, HEPAR SULFUR o PYROGENIUM serán de gran ayuda en el tratamiento de las mastitis, evitando en muchas ocasiones el uso de antibióticos.
Otra situación frecuente con la lactancia son las molestas fisuras que pueden apareces en los pezones. En estos casos siempre vale la pena utilizar medicamentos como GRAPHITES o NITRICUM ACIDUM. La caléndula, tanto en crema, en tintura madre como en forma de medicamento homeopático en gránulos, para mí siempre es un gran aliado a la hora de desinfectar y cicatrizar cualquier herida, incluidas las fisuras de los pezones.
Quiero nombrar dos medicamentos homeopáticos más, relacionados con la lactancia: RICINUS COMMUNIS y LAC CANINUM. Ambos serán de gran utilidad en relación tanto con la subida de la leche, cuando esta es lenta o insuficiente, como con el destete.
Y, por supuesto, insistir en que en cualquier situación que acontezca a la mujer embarazada, como una gripe, un catarro, una gastroenteritis, una caída, una fractura o cualquier otra situación que comprometa su salud y requiera de un tratamiento médico, será primordial valorar el lugar de la homeopatía como una opción de tratamiento eficaz y segura.
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Cuánto cambiaría la humanidad, querido Guillermo, si las madres nos tratásemos con homeopatía y en la crianza la aplicásemos a los niños y niñas que traemos al mundo…Seguro que hasta la educación sería distinta y mucho más sana y libre de traumas que con el tiempo se hacen incurables fuentes ocultas de taras y enfermedades. Muchas gracias por este post, como siempre tan oportuno como pedagógico y entrañable.
Un gran abrazo, querido maestro y amigo!
Gracias a ti Sol por tu amable y sabio comentario.
Siempre pienso que la homeopatía es una terapéutica para un mundo más consiente, más luminoso. Y si ya la tenemos aquí, entre nostros, a lo mejor es que ese mundo ya nos está esperando.
Un abrazo fuerte.
Doctor deseo preguntarle. Para después del parto por cesárea y problemas de producción de leche materna. Dolores de útero por miomas no me puedo operar después de la cesaria. Las que nombra aquí cuáles serían la ideales?
.dosis sería D6. C30 o cual por favor. Muchísimas gracias.
Hola Carolina.
Sé que comprenderás que desde el blog no podamos, ni debamos, indicar ningún tratamiento concreto. Mi consejo es que lo consultes con algún médico experto en homeopatía que pueda valorar tu caso en particular.
Un saludo muy cordial y muchas gracias por tu confianza.